domingo, 27 de abril de 2014

El Portal Miralles y la escultura a Antoni Gaudí (Barcelona)

Alex Guerra leyendo para Gaudí. Foto: Irene López Sanz. Barcelona 26 abril 2014
Texto: Alex Guerra Terra. Fotos: Irene López Sanz. Hermenegildo Miralles i Anglès era amigo personal de Antonio Gaudí. Además de su notable labor de impresor, fue un empresario que había patentado varios productos industriales, entre ellos un aglomerado de madera prensada con el que se fabricaban asientos para sillas y unas losetas decorativas siguiendo el mismo procedimiento con cartón. Estas losetas premiadas en varias exposiciones las utilizó Gaudí en algunas de sus obras, como en el interior del hoy desaparecido Bar Torino y en la Casa Vicens, donde aún pueden admirarse en el techo de su salón nazarí de fumadores. Por la estrecha relación de ambos amigos, Miralles puso las prensas que tenía en su taller de la calle Bailén a disposición de Gaudí para que hiciera las pruebas de resistencia que necesitase en los cálculos de sus edificios, lo que hizo en varias ocasiones para las casas Batlló y Milà. Fiel a su inamovible tesón por conseguir el perfeccionismo en todo lo que realizaba, el maestro, al menos en una ocasión, debió forzar tanto una prensa que acabó rompiéndola. La intención de Miralles con su primer encargo a Gaudí no era más que rodear con una cerca el terreno que le había comprado a Eusebi Güell, al pie de un camino pero dentro de la finca del conde en Sarrià, antigua villa del siglo X cercana a Barcelona. Tras la anexión de la villa a la ciudad en 1921 el camino pasó a llamarse Paseo de Manuel Girona, junto a la avenida de Pedralbes en el barrio del mismo nombre.
Alex Guerra e Irene López con Gaudí en el Portal Miralles
El proyecto de la cerca tenía dos puertas. La mayor para carruajes, con un gran arco tribulado que continúa en ondulaciones irregulares hasta bajar e integrarse en los muros de ambos lados, hechos a su vez con doble ondulación vertical y horizontal. Esta puerta presentaba un farol bajo la marquesina, y coronándola, una pieza formada por cuatro cintas de hierro forjadas a base de originales ondulaciones que acababan creando una cruz. Desaparecida por los avatares del tiempo y la guerra, la cruz se repuso en la restauración de 1978 y existen otras dos réplicas, una en el Park Güell y otra en la Cripta Güell. De los 36 metros que tenía el muro en su origen sólo queda el pequeño tramo del paseo. El borde horizontal serpenteaba rematado por fragmentos de tejas árabes que tras la restauración no se restituyeron y ahora presenta un rebozado blanco, mientras el cuerpo sigue la idea original de movimiento en su plano vertical, mucho más ancho en la base y vuelto hacia la acera en su desarrollo hasta llegar arriba, como puede observarse visto de perfil. El tejadillo de este portal, a dos aguas, tenía un voladizo de 4,5 metros, casi el doble del actual. Estaba cubierta en ambos vanos por unas tejas de fibrocemento fabricadas por la casa Rocalla con una curiosa forma de conchas de tortuga. En 1977 volvieron a fabricarlas para la restauración y en la actualidad pueden verse perfectas tras la última intervención de mantenimiento en el año 2000.
La verja peatonal estuvo muchos años inutilizada y cubierta de arena la parte inferior. Una vez limpiados sus hierros volvió a ser colocada y se pudo ver su correcto funcionamiento con el entonces alcalde Joan Clos abriéndola y saliendo por ella al paseo. Ese mismo día 13 de Noviembre de 1999 se inauguró la escultura de Antonio Gaudí realizada por Joaquim Camps y colocada bajo los arcos, con el arquitecto en actitud de explicar su obra a los visitantes. El tercer hueco que aparecía en el plano original resultó ser un espacio sin abrir, dejado a propósito para que Miralles colocara una pieza con su nombre, pero lo cierto es que ese proyecto nunca se llegó a realizar. La vivienda del señor Miralles con forma de barraca en homenaje a sus orígenes valencianos, acabó construyéndola Doménech Sugranyes Gras, el estrecho colaborador de Gaudí. Fue derribada en la década de los 60 y en ese lugar pasaron a guardarse los tranvías, de ahí el nombre con que se conocía el solar por esos años, Les Cotxeres. En 1968 el arquitecto José Antonio Coderch alumno de Josep Mª Jujol, construyó en el solar los 500 apartamentos de lujo repartidos en unos 20 edificios que hay en la actualidad. Presidiendo el portal, hay una escultura creada por Joaquim Camps, una obra realista realizada en bronce y a tamaño natural (del mismo estilo que la ubicada frente a la Casa Botines, en León), creada para homenajear a Gaudí. Antes de colocar la escultura en su emplazamiento, la obra fue una de las pocas en recibir la bendición de la iglesia el 8 de octubre de 1999 por el padre Lluís Bonet delante de la Sagrada Familia, donde permaneció cinco días antes de ser trasladada a su destino final, delante del Portal Miralles, inaugurándose el 13 de noviembre de 1999 ante el alcalde de Barcelona Joan Clos y el teniente alcalde Jordi Portabella.



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