martes, 3 de diciembre de 2013

Otras novelas sobre Gaudí y su obra (2001-2013)

"Gaudí y el conde de Güell. El artista y el mecenas". Carmen Güell (Martinez Roca, 2001). Escrito por la tataranieta de Eusebi Güell, Carmen Güell, es el primer libro que sale de la propia familia del mecenas. Después de acceder a la documentación oral y escrita de su familia, Carmen Güell, relata una de las mejores aventuras culturales de la Cataluña de hace un siglo. Eusebi Güell Bacigalupi, empresario catalán de mucho arranque, viaja a París para visitar la Exposición Universal de 1878. Observador como es, nada le pasa desapercibido. Ha acudido a esta cita internacional para respirar los aires de otros países, pero se detiene ante una vitrina del pabellón español. Ve todo un portento de genialidad, que ha hecho construir la guantería Esteban Comella de Barcelona: seis cristales planos unidos por piezas metálicas, que forman un paralelepípedo en su parte exterior mientras que en el interior deja verse un templete trabajado para delirio de caprichosos. Para Güell, aquello sería el anzuelo: tras él estaba un tal Antonio Gaudí, un joven arquitecto de 26 años. Llegar a España e interesarse por él será una sola cosa. Pero antes de que llegue el momento, Carmen Güell nos ha hecho embarcar rumbo a Cuba y más tarde a Santo Domingo, sufrir los avatares de catalanes que hacían las américas, regresar como indianos, entrar en la familia de un esforzado Juan Güell que a los nueve años cruza el océano, ver el nacimiento de Eusebi Güell Bacigalupi, quien sería primer conde de la saga, conocer los logros de las navieras y de la venta de la harina allende los mares... Últimas décadas del siglo XIX. El lector asciende por la Rambla de los Capuchinos y entra en el Palacio Moja. Encuentra a mosén Cinto Verdaguer como capellán de la familia López -marqueses de Comillas- de la que una hija, Isabel, se casará con Eusebi Güell. Verdaguer será el poeta nacional de Cataluña y algunas de sus mejores composiciones nacen al hilo de largos viajes junto a la familia Comillas. A pocos metros, en la calle Conde del Asalto, los Güell se harán construir un palacio al que la familia siempre verá aires genoveses, puede que venecianos, en su interior... Gaudí encuentra en Güell al mecenas entusiasta, de temperamento ecuánime y magnánimo de carácter, “de palabra fácil y cordial, de cálida y acogedora sonrisa”, como dice la autora del libro.
Gaudí es un joven de 26 años que, a juicio de Carmen Güell, “busca buenos contactos y en ese momento es ambicioso”. Con el tiempo, hay franca amistad, admiración mutua. Para Gaudí, además, acometer un encargo como la Sagrada Familia supone una transformación interior que le lleva al misticismo plasmado en la obra. “Aunque no consta en documentos, es patente que Eusebio Güell era hombre de profundo sentido religioso: en sus casas siempre quiso oratorio, estaba prevista una capilla en el Parque Güell, pensó en cómo podían vivir la práctica religiosa los trabajadores de la colonia Güell y de ahí que ideara la cripta... Eso le llevó a ser un gran ciudadano”. Mecenas y artista pasean juntos por un parque que quería ser la primera urbanización ajardinada del país... comparten afán estético y cierta incomprensión por parte de la burguesía que no acaba de hacerse a la idea de qué son esas formas tan raras como el dragón que abre la puerta al jardín de las Hespérides, en Pedralbes. Historiadora del arte, la autora confiesa su admiración por ambos, lo que hace del libro una obra amable, con una mirada comprensiva y positiva, también para los detractores de un dúo de genios que jugaron a entregarle al mundo algo distinto.
“Gaudí, l’arquitecte de Déu”. J. J. Navarro Arisa (Planeta, 2002). El libro trata de desentrañar algunos interrogantes sobre los enigmas de Gaudí a través de las peripecias personales y creativas de su protagonista y de una descripción contextualizada de la época y de la sociedad que hicieron posible la plasmación de su genio en las obras que creó el arquitecto.

“Regreso a Gaudí’s Place”. Ana María Férrin (Jaraquemada, 2005). Vive la Sagrada Familia ceñida por un cordón existencial que gira a su alrededor las veinticuatro horas del día. Maga, influye sobre la vida de sus vecinos y admiradores sean o no creyentes, instalándose en la savia íntima de cada uno. Su mística trasciende de una religión concreta y sólo importa el espíritu del lugar y la admiración por el arquitecto Antonio Gaudí, que logró realizar su sueño, este templo, embarcando hasta hoy a seis generaciones y logrando ponerlo en pie gracias a la cultura del esfuerzo. Al paso, desde cualquier punto de la ciudad su línea del horizonte es bien visible. Pero quienes ceden a su influjo prefieren acercarse hasta la plaza, sintiéndose hermanados en una danza de vida mestiza. Hecha de regresos, partidas y decisiones. Y alados, los espacios que envuelven la plaza Gaudí cobijan halcones, palomas, lechuzas, golondrinas. Mientras, por la plaza Gaudí transitan... un escultor japonés y su deseo de poesía. La pasión como destino. Bailarinas y musas. El gran escritor recordando una velada (casi) erótica en uno de sus campanarios. La aviadora que busca la superación surcando los cielos. El topo salvando a su camada. La magia de un jurista. El famoso compositor de ópera venido desde Tarragona. África abrazando al cirujano de vida solidaria. El gitano que cedió su cama a Gaudí y el Guardia Civil que lo auxilió. Un Director de cine que no se rinde. De profesión: sexo. Por los cerros de Palencia, León, Cantabria, Burgos, Álava, la posible inspiración de Gaudí. La lucha por cerrar una ofensa de la Guerra Civil. Sefardíes y su/nuestra lengua e historia. Personajes que aparecen y parten tras compartir secretos con el lector en las 270 páginas y 300 imágenes de la novela-reportaje: Regreso a Gaudí's Place. 
“La clave Gaudí”. Esteban Martín y Andreu Carranza (Plaza & Janés, 2007). La novela nos traslada desde la Barcelona de comienzos del siglo XX hasta la actualidad. María, pariente de un Gran Maestre de una fraternidad cristiana, y su novio matemático, Miguel, tienen hasta el 30 de diciembre de 2007 para encontrar una reliquia cuyo poder podría redimir a la humanidad de un terrible mal que se avecina. Con la ayuda de un librero y una japonesa experta en la obra de Gaudí, descubren que en los edificios más emblemáticos del arquitecto catalán está la solución al enigma. La clave tal vez se encuentre en las estrellas… Buenas descripciones de la Barcelona de principios del siglo XX, donde se entremezclan varias sociedades secretas. Con una trama misteriosa centrada en el arquitecto Gaudí, el lector recorrerá la ciudad condal a través de sus páginas. Sobre cuál fue la clave de la novela, los autores comentan: “La primera clave ha sido encontrarnos. Gaudí nos ha unido y no sólo en el trabajo. Gracias a él ahora somos amigos. La segunda clave, con relación a la novela, es el propio personaje que impuso un ritmo narrativo frenético y también nos abrió la puerta a su mundo fascinante y misterioso. Ahora le vemos con ojos nuevos.” Es un libro tipo best seller del estilo de “El código da Vinci” o la “Hermandad de la sabana santa”. La novela nos presenta dos grupos que se perpetúan desde hace siglos: una secta satánica a cuyo mando está Asmodeo, y una fraternidad cristiana a cuyo mando está el Gran Maestre... En su día, Gaudí fue uno de los Grandes Maestres, y quedando poco para el cumplimiento de la profecía, le confiesa a un pequeño que vive con él la misma, y le encomienda guardar y proteger el objeto secreto, la reliquia de Jesús... el pequeño ve morir a Gaudí asesinado y sabe lo que tiene que hacer... huye de Asmodeo y sus amigos y acaba convirtiéndose en Gran Maestre. 
“Gaudí, la novela de una vida”. Mario Lacruz (Funambulista, 2010). Ya había sido publicada en 2004 por Ediciones B, y ha sido recuperada para la editorial de la familia Lacruz, Funambulista, incluyendo la traducción del inglés, el postfacio de su hijo Max y el prólogo de Rosa Montero, quien presenta el retrato del editor con un gran cariño y una gran humanidad. Esta obra no es una novela al uso sino más bien semeja un guión de cine. Bien es cierto que Lacruz escribió un guión sobre Gaudí, el cual generó una película que no tuvo el nivel esperado (“Gaudí”, José María Argemí, 1960), pero este no ese libreto. Con escenas cortas, poco descriptivas y de abundante diálogo vamos conociendo al arquitecto desde su época estudiantil, rebelde, “salvaje”, con ganas de comerse el mundo, hasta la última y retirada fase de su vida concentrado en su magna obra de la Sagrada Familia. Quizá lo más difícil de entender del catalán sea su transformación desde un ateo anticlerical, hasta denunciar a los propietarios de la Casa Milà por no colocar en su fachada la imagen de la Virgen. Sin embargo, es ahí donde triunfa este texto, con pocas frases y pocas reflexiones pero incidiendo en las emociones con sus escenas cinematográficas al uso, es capaz de mostrarnos el recorrido del arquitecto desde un extremo al otro, y lo que es más complicado aún, de entender las razones de ese cambio. Texto muy agradable de leer, extremadamente visual con escenas vívidas, diálogos vehementes, anécdotas noveladas… todo esto unido a la buena documentación que usó Lacruz para componerlo, tratando con aquellos que de primera mano o de segunda trataron con Gaudí, da forma a la novela de una vida que nos deja con el agradable sabor de boca de una obra bien construida, viva, y con el recuerdo de un gran hombre de la arquitectura. La vida de Gaudí es un enigma. Mario Lacruz da una interpretación narrativa del mito de Gaudí en esta novela que no publicó en vida, y que tiene la admirable virtud de presentar al arquitecto catalán como un personaje vívido, creíble y de una enorme convicción. 
Lacruz nació en Barcelona en 1929 y murió en esta misma ciudad en el año 2000. A lo largo de su vida desarrolló una intensa labor editorial en Plaza & Janés, Argos-Vergara y Seix Barral, que lo convirtió en uno de los editores más respetados y reconocidos dentro del ámbito hispánico. Al mismo tiempo no dejó de escribir, como lo demuestran los numerosos manuscritos inéditos encontrados en su armario. Con motivo de la reciente reedición de sus novelas El inocente (premio Simenon, 1953), La tarde (premio Ciudad de Barcelona, 1955) y El ayudante del verdugo (1971), que Editorial Funambulista ha publicado en un solo volumen en 2009 con el título Trilogía de la culpa, la crítica lo ha definido como una de las voces narrativas españolas más singulares de la segunda mitad del siglo XX. Él mismo se consideró un francotirador de las letras. Tras su muerte, aparte de Gaudí, la novela de una vida, se han publicado sus novelas Intemperancia y Concierto para disparo y orquesta (Funambulista, 2005) y la antología de cuentos Un verano memorable y otras historias. La película “Gaudí” de Argemí (1960), se centra en la vida y trágica muerte de Antonio Gaudí, es una evocación cinematográfica de la existencia del genial artista y arquitecto catalán. Es la segunda y última película de José María Argemí, productor y guionista, basada en el libreto de Mario Lacruz, con los actores Carlos Mendy, Manuel Gil, Josefina Güell, Linda Chacón, Pedro Javier Martínez, María Matilde Almendros, José María Caffarel, Rafael Anglada, Mario Beut, Ventura Oller. 
“El sueño de la ciudad”. Andrés Vidal (Planeta, 2012). En la Barcelona convulsa de 1914, Dimas Navarro, hijo de inmigrantes, se niega a aceptar su destino como mecánico en las cocheras del tranvía. En su aspiración por escalar socialmente, logra ganarse la confianza de Ferran Jufresa, el ambicioso heredero de una de las familias de joyeros más importantes de la Ciudad Condal. Sin embargo, no cuenta con un serio obstáculo: la atracción hacia Laura, hermana menor de Ferran y una mujer avanzada a su tiempo, que compagina su trabajo en el obrador familiar con su colaboración en el taller de la Sagrada Familia de Gaudí. Un escenario muy apropiado para narrar la historia de Dimas Navarro y Laura Jufresca, dos jóvenes de clases sociales diferentes cuyos caminos se cruzan, que derivará a en una relación de amor y odio en la que tendrán que vencer diversas barreras: los prejuicios infundados, las expectativas familiares y las diferencias sociales. En contraste con la gran mayoría de la población obrera, Dimas se presenta como un joven ambicioso y con metas. Él no está dispuesto a resignarse a un trabajo esclavizado y mal pagado, por el contrario, quiere lograrse un futuro y, para ello, se valdrá de toda su astucia. En cambio Laura ha tenido una vida más fácil. Como hija de una importante familia de joyeros, económicamente ha tenido gran libertad, no obstante, aún está buscando su camino como artista. Precisamente será ella la encargada de acercarnos a la obra maestra de Gaudí, figurando como voluntaria en el proyecto. La obra nos transporta a la Barcelona del año 1914 recorriendo sus calles, su gente y su arte en todo su esplendor a través de  los protagonistas, los cuales están caracterizados muy cuidadosamente. 
“El asesino de la Pedrera”. Aro Sáinz de la Maza (RBA, 2012). Es la primera novela negra del autor, y en ella da vida al inspector Milo Malart, del que está preparando ya la segunda entrega de la serie. Obtuvo una mención especial del jurado del V Premio Internacional RBA de Novela Negra. Un alto cargo de La Caixa es calcinado vivo y atado a un balcón del célebre edificio de Gaudí. A Pinto, que también fue conseller de Cultura, le han torturado durante cinco días, dejándole morir poco a poco de sed e inanición. El inspector Milo Manart debe evitar de cualquier modo que se repita porque todo apunta a que Pinto no es más que la primera víctima de un sádico y metódico asesino al parecer obsesionado con la figura de Gaudí y ansioso por arrebatar a la ciudad de Barcelona su condición de apacible estampa turística. Un “psicópata perverso”, tal y como apunta Aro Sáinz de la Maza, que no tardará en ganarse el apodo de “El verdugo de Gaudí”. Sáinz de la Maza juega con el cambio de marchas de este trepidante y atípico thriller al que no le faltan detalle. Ahí están, por ejemplo, las corruptelas políticas, el embellecimiento de la ciudad a cualquier precio, ecos nada velados del caso Palau, las bajezas de algunos programas de televisión, el abismo social que separa a los de arriba de los de abajo y, en fin, “el elemento de crítica social que ha de tener cualquier novela que se precie”, tal y como apunta el autor. Una crítica social que llega aquí servida por una Barcelona que, con todas sus luces y sombras, utiliza a Gaudí como brújula para moverse entre los movimientos antisistema y las 400 familias que manejan los hilos de la ciudad; entre jóvenes que solo quieren verlo todo arder e ilustres ciudadanos como Fèlix Torrens, presidente del ficticio Círculo Gaudí en el que no cuesta demasiado reconocer algunos rasgos de ese otro Fèlix que saqueó el Palau de la Música. “Evidentemente, me nutro de este caso como punto de partida”, apunta el escritor. “La figura de Gaudí es fascinante: una persona que llega a la ciudad convertido en un bon vivant que se desplaza a las obras en calesa y de repente se convierte en un ser místico y espartano, en alguien capaz de crear las chimeneas de La Pedrera”, comenta el autor. 
"El método Gaudí". Lluc Oliveras (Ediciones B, 2013). Ricardo Méndez es un reconocido arqueólogo que lleva más de veinte años siguiendo la pista de Antoni Gaudí y de la cripta de la Colonia Güell –una de las obras menos conocidas del genial arquitecto–. En su apasionada búsqueda da con el diario de Vicenç Gómez Belmonte, un joven de catorce años que entró a trabajar en la obra como peón y acompañó al gran maestro durante todo el proceso de construcción de la cripta, un lugar donde levantó un moderno obrador desde el que desarrolló su inigualable técnica y toda la creatividad que más tarde aplicaría al templo de la Sagrada Familia. Junto al maestro Gaudí, Vicenç se adentrará en la Barcelona de la época y en la mente de su mentor, llegando a entenderlo como persona y genio, y nos dejará claro que la mente de Gaudí funcionaba como la de un Leonardo Da Vinci o un Nikola Tesla y que conseguirá detallar la metodología de trabajo, la capacidad de liderazgo y el secreto de la concepción creativa del gran arquitecto.
“El código Gaudí”. Joaquín de Saint Aymour (2013). El libro desvela que Barcelona oculta una trama gráfica en forma de pentáculo, hacia donde confluyen las antiguas líneas geodésicas que los científicos masones del siglo XIX trazaron para prolongar el meridiano cero de París hasta la costa de la ciudad, un antiguo proyecto hermético para obtener una medida universal, posteriormente llamada metro. Además, ofrece la posibilidad de recorrer diez rutas urbanas contemplando las antiguas claves y lugares de los artistas, masones, ocultistas, intelectuales y filántropos que intentaron convertir a Barcelona en una ciudad hermética y simbolista, como capital de una Cataluña utópica basada en las antiguas mitologías medievales, entre otras la de San Jorge y el Dragón. Entre las ilustraciones que muestra El Código Gaudí figura una foto del lugar exacto donde cayó malherido el célebre arquitecto en 1926, atropellado por un tranvía cuando cruzaba una de las principales avenidas de la ciudad. Antonio Gaudí falleció a los tres días en el Hospital de la Santa Cruz, pero aquella muerte sigue sin esclarecer, alimentando la sospecha de que tal vez no fue un accidente sino un homicidio deliberado para robar la clave con la que diseñó la catedral de la Sagrada Familia: el Código Gaudí.
“El arquitecto de sueños”. Teresa Roig (2013). La novela narra la historia de la Casa Milá, conocida como La Pedrera, y su arquitecto, Antonio Gaudí.
En 1860, Josep Guardiola regresa de las Américas con mucho dinero, y años más tarde, se enamora de una chica cuarenta años más joven.
En 1874, un joven Antonio Gaudí, estudiante de arquitectura, conoce a una maestra, librepensadora y revolucionaria, Josefa Moreu, de quien se enamorará. 
Dos historias de amor que transcurren en paralelo durante años, hasta que se cruzan en el lugar y momento precisos y que trascenderán más allá del tiempo y del espacio.
Las vidas de unos hombres que, con su afán de superación, transformaron una ciudad y las aventuras de unas mujeres, inconformistas, rebeldes y provocadoras, que se adelantaron a una época. Roig rememora que empezó a trabajar en su nuevo título después de descubrir durante una excursión familiar la figura del millonario indiano Josep Guardiola, natural de la pequeña población tarraconense de l'Aleixar y casado con Rosario Segimon, que al quedar viuda, unió su vida al joven burgués Pere Milà. En “El arquitecto de sueños” (Roca en castellano y Columna en catalán) se narra cómo el matrimonio formado por Milà y Segimon encargó a Gaudí, un hombre de moda en 1906, la construcción del edificio y todo lo que fue sucediendo hasta que el proyecto tomó forma y provocó que muchos en la Barcelona de aquel momento dejaran de hablar a los promotores por entender que "aquella cantera degradaba el Paseo de Gràcia". Teresa Roig comenta que en esta novela coral todos los personajes que aparecen estaban conectados de una u otra forma antes de que el bloque de pisos se construyera, en una historia "de amores y desamores que queda reflejada en la novela". El relato muestra "la obra de un hombre, que dio cancha a su universo creativo, en la última obra civil que diseñó, y que va mucho más allá del modernismo".




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