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En el vestíbulo de la Cripta, Carlos da algunas explicaciones |
Texto y Fotos: Alex
Guerra Terra (2014). Se trata de un lugar que por increíble que parezca, no
conocía, a pesar de estar tan cerca del centro urbano de Barcelona, y de ser
una de las más conocidas obras de Antoni Gaudí, junto a otros dos arquitectos,
amigos y colaboradores del maestro: Joan Rubió i Bellver, Francesc Berenguer y
Josep Canaleta. Tuve que levantarme temprano, justo el domingo de cambio de
hora en nuestros relojes (a las 6:30 ya eran las 7:30 horas) y encima, llovía,
suave, pero persistentemente. No me apetecía demasiado despegarme de las
sábanas, pero había sido invitada por mi amigo Carlos Mesa, quien realiza
visitas guiadas por el lugar para su empresa Planeta Insólito, y no deseaba
faltar a mi palabra. Tenía que ir. Y desde luego, no me arrepiento, y sin duda
repetiría. Incluso la lluvia, algo molesta para las caminatas por las
diferentes estructuras de la colonia con los paraguas, propició unas
fotografías que difícilmente habría conseguido en un día soleado. Los grises
plomizos de fondo y las superficies brillantes de las piedras y los ladrillos
de los muros, produjeron un efecto lúgubre, solo roto por el verde del bosque y
el colorido de los trabajos en trencadís y vidrio gaudinianos y por qué no, de
los paraguas. Nos encontramos con el resto del grupo en el Ateneo Unió, un bar
muy antiguo del pueblo, con mesas de mármol y sillas de madera… un encanto. Unos
cafés ayudaron a despejar el sueño de un domingo a esas horas de la mañana y desde
allí, empezó nuestro recorrido, que resultó en una mañana didáctica y
entretenida a la vez, en la que Carlos nos explicó un montón de elementos interesantes
sobre la historia de la antigua colonia textil, sin aburrir con demasiados
detalles que bien podemos leer en los libros tranquilamente en nuestras casas.
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Estatua de Eusebi Güell, uno de los socios de la Colonia Güell, en la plaza. Atrás, el Ateneo Unió (1892-1899), lugar de encuentro |
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Detalle de la techumbre y entrada de la Cripta |
Es una pequeña colonia
obrera situada en el término municipal de Santa
Coloma de Cervelló, considerada uno de los referentes para el estudio de la arquitectura modernista.
Corría el año 1890 y Eusebi Güell, el conocido mecenas de Gaudí, desde su finca
Can Soler de la Torre situada en el pueblo, decide trasladar allí la industria
textil que tenía ubicada en Sants (Barcelona). El interés por alejarse de los
conflictos sociales presentes en la ciudad hizo que la nueva industria textil, equipada
con la más moderna tecnología de la época, se plantease en el marco de una
colonia industrial con las casas de los obreros al lado de la fábrica,
integradas en la misma propiedad. A diferencia de la gran mayoría de colonias
industriales de Cataluña, en ésta Eusebi
Güell procuró
mejoras sociales para los trabajadores y aplicó su condición de mecenas de la
cultura, dotándola de equipamientos culturales y religiosos, e incorporando la
corriente modernista a las nuevas construcciones, de la cual poseen una buena
muestra aplicada tanto al ámbito de la arquitectura civil como industrial. Aparecen
los indicios más característicos de este movimiento. De un lado la utilización
del ladrillo visto como reivindicación de una arquitectura popular y
tradicional catalana, y por otro, la incorporación de nuevas técnicas y nuevos
materiales constructivos como el hierro o la cerámica. El proyecto de colonia
obrera ideado por Güell disponía de hospital, fonda, escuelas, comercios,
teatros, cooperativa y capilla, además de las fábricas y las viviendas de los
obreros. Gaudí se encargó de la planimetría del conjunto, para lo que contó con
la colaboración de sus amigos y colaboradores que hemos mencionado más arriba,
pero es especialmente atractiva lo que llaman la iglesia diseñada por el propio
Antoni Gaudí, y es ésta la primera parada en nuestro recorrido. Pero en
realidad es la cripta del edificio eclesiástico inacabado, construida entre
1908 y 1914 y que sienta las bases de lo que sería la Sagrada Familia de Barcelona.
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Detalle de las vidrieras de la Cripta, que cuando se abren, imitan a una mariposa |
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Detalle de ornamento dentro de la Cripta |
Gaudí se encargó personalmente
del diseño de la iglesia, de la que como he dicho antes sólo se construyó la cripta, ya que a la muerte de Güell en 1918 sus hijos
abandonaron el proyecto. Este y otros proyectos truncados por la muerte de su
estimado mecenas, fue un motivo de profunda tristeza para el maestro. Su
trabajo, pues, se centró en el edificio de la Cripta, que aunque inacabado supone
un punto culminante en su universo creativo. Incorpora, por primera vez de
forma unitaria, la práctica totalidad de sus innovaciones arquitectónicas, como
los arcos de catenaria, el uso de muros exteriores con forma de paraboloides
hiperbólicos, el tratamiento dinámico y fluido del espacio interior o los
mecanismos de fusión del edificio con el medio natural. Aunque personalmente
considero que muchas de estas soluciones ya pueden observarse en el Park Güell
(también inacabado), diseñado y construido de forma paralela aunque desde
algunos años antes (1900-1914). La cripta incluye numerosos ejemplos del
dominio por parte de Gaudí de las artes aplicadas, tanto en los elementos del
mobiliario como en los ornamentales. Destacan los bancos con reclinatorio
(aunque los que se pueden ver hoy día son réplicas de los originales) y el
espacio único de la nave, cuya fluidez queda realzada por la iluminación
procedente de los ventanales, los cuales incorporan, por la parte exterior de
la iglesia, ornamentos y mosaicos llenos de simbología realizada en trencadís.
Destaca la gran variedad de materiales empleados: piedras basálticas y calizas,
ladrillos cerámicos y requemados, escoria de fundición, cerámica, vidrio y
diferentes tipos de mortero. Una verdadera fiesta de color y vida. La cripta
tiene además una terraza con excepcionales vistas y unas construcciones inacabadas
que imitan la entrada de un dolmen prehistórico.
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Terraza de la Cripta de la Colonia Güell, donde estas grandes piedras imitan la entrada a un dolmen prehistórico |
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Centre Cultural Sant Lluís (Berenguer 1915-1918), antiguo Convento de las Carmelitas |
El resto de
edificaciones corrieron a cargo de los colaboradores de Gaudí y los fuimos
visitando durante el recorrido, sólo para ver sus fachadas ya que la mayoría de
ellos están actualmente en manos de privilegiados particulares que pueden
disfrutar no sólo de habitar un domicilio histórico de tal calado, sino de las
bondades de un bello pueblo y su encantador entorno boscoso. Francesc Berenguer
construyó la Cooperativa (con Joan Rubió, en 1900) y la Escuela (con su hijo Francesc
Berenguer i Bellvehí, entre 1912 y 1917); Joan Rubió construyó diversas casas
particulares, como Ca l'Ordal (1894) y Ca l'Espinal (1900); Francesc Berenguer
construyó asimismo el Centro Cultural Sant Lluís (1915-1917) y la Casa Parroquial
(1917). En los edificios que se atribuyen de forma más clara a Francesc
Berenguer, observamos un tratamiento muy personal de los elementos decorativos,
como son la utilización moderada de la cerámica, la disposición del ladrillo
visto y el trabajo del hierro forjado. También es característico el taranná
plano y equilibrado de sus fachadas, y el claro planteamiento volumétrico de
sus edificios. En los edificios de Joan Rubió, por su arte, el ladrillo visto
se convierte en el protagonista y se utiliza como pieza modulada que permite
soluciones diferentes, ya sea decorando y organizando fachadas como a la hora
de conformar originales estructuras. Las plantas de sus edificios plantean un
diseño más complejo que las de Berenguer, como es el caso de Ca l'Espinal. La
reinterpretación de los estilos del pasado se hace patente en sus edificios con
la incorporación de elementos de carácter gótico, tal como era costumbre
también en el propio Gaudí. La acentuación de las esquinas mediante voladizos y
tribunas es otro de sus puntos más característicos.
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Ca l'Ordal, casa-masía de Berenguer y Rubió (1894), antiguo pozo del pueblo |
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Ca l'Espinal (Rubió i Vellver, 1900) |
El movimiento sindical y
las reivindicaciones obreras también llegaron a la Colonia. Con el inicio de la
Guerra Civil en 1936 la fábrica fue colectivizada y gestionada por sus
trabajadores. Acabada la guerra fue restituida a la familia Güell, la cual en
1945 la vendió a la familia Bertrand Serra, manteniendo en los años siguientes,
la producción industrial y la personalidad de núcleo urbano bien diferenciado
del pueblo de Santa Coloma de Cervelló. Pero éste con el tiempo fue creciendo
hasta superar en población a la Colonia, hacia los años sesenta, y la fábrica
cerró finalmente en 1973 en el marco de una crisis generalizada del
sector textil, produciendo un fuerte impacto social en la Colonia, cuyas
propiedades se fueron vendiendo en los años posteriores: la fábrica en
fracciones a empresas diversas, las casas a sus habitantes y los equipamientos
y terrenos del entorno a instituciones públicas. Debido a la riqueza
patrimonial del conjunto, en 1991 la Colonia Güell fue declarada Bien de
Interés Cultural y se estableció la protección de los edificios más relevantes,
que hemos visitado en este interesante recorrido guiados por el periodista de investigación
Carlos Mesa, así como de las características generales de edificación, aunque
ciertamente, algunas restauraciones han resultado un quiebre total a la
estructura original. Ya casi a la hora de comer llegó la hora de la despedida,
que muchos aprovecharon para adentrarse en otro de los atractivos que ofrece el
pueblo: el gastronómico. Un paseo sin duda que ha valido el madrugón y la
lluvia.
Enlace relacionado:
Gaudí, maestro, maldito constructor de criptogramas, loco, genio, artista, nunca dejarás de sorprender
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Un tramo del recorrido por Santa Coloma de Cervelló |
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Antigua casa del médico de la Colonia Güell |
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Antigua casa del alcalde |
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Aquí terminó nuestro recorrido y nos despedimos. ¡Gracias por una mañana estupenda! |
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Aguantando el chaparrón, ¡jaja! (esta foto está tomada por Irene López) |
ËSTO ES DE MARAVILLA; LAS FOTOS HERMOSAS Y... LA MÚSICA...... Y poe supuesto: seguir aprendiendo!
ResponderEliminarde MARAVILLA!!! Más y más del Maestro y seguir aprendiendo... ¡con esa Música!!!
ResponderEliminarGracias. Comparto para que más amigos puedan apreciar estas riquezas qe alimentan el alma, sin duda.