Alex Guerra leyendo para Gaudí. Foto: Irene López Sanz. Barcelona 26 abril 2014 |
Texto: Alex Guerra
Terra. Fotos: Irene López Sanz. Hermenegildo
Miralles i Anglès era amigo personal de Antonio Gaudí. Además de su notable
labor de impresor, fue un empresario que había patentado varios productos
industriales, entre ellos un aglomerado de madera prensada con el que se
fabricaban asientos para sillas y unas losetas decorativas siguiendo el mismo
procedimiento con cartón. Estas losetas premiadas en varias exposiciones las
utilizó Gaudí en algunas de sus obras, como en el interior del hoy desaparecido
Bar Torino y en la Casa Vicens, donde aún pueden admirarse en el techo de su
salón nazarí de fumadores. Por la estrecha relación de ambos amigos, Miralles
puso las prensas que tenía en su taller de la calle Bailén a disposición de
Gaudí para que hiciera las pruebas de resistencia que necesitase en los
cálculos de sus edificios, lo que hizo en varias ocasiones para las casas
Batlló y Milà. Fiel a su inamovible tesón por conseguir el perfeccionismo en
todo lo que realizaba, el maestro, al menos en una ocasión, debió forzar tanto
una prensa que acabó rompiéndola. La intención de Miralles con su primer
encargo a Gaudí no era más que rodear con una cerca el terreno que le había
comprado a Eusebi Güell, al pie de un camino pero dentro de la finca del conde
en Sarrià, antigua villa del siglo X cercana a Barcelona. Tras la anexión de la
villa a la ciudad en 1921 el camino pasó a llamarse Paseo de Manuel Girona,
junto a la avenida de Pedralbes en el barrio del mismo nombre.
Alex Guerra e Irene López con Gaudí en el Portal Miralles |
El proyecto de la cerca
tenía dos puertas. La mayor para carruajes, con un gran arco tribulado que
continúa en ondulaciones irregulares hasta bajar e integrarse en los muros de
ambos lados, hechos a su vez con doble ondulación vertical y horizontal. Esta
puerta presentaba un farol bajo la marquesina, y coronándola, una pieza formada
por cuatro cintas de hierro forjadas a base de originales ondulaciones que
acababan creando una cruz. Desaparecida por los avatares del tiempo y la
guerra, la cruz se repuso en la restauración
de 1978 y existen otras dos réplicas, una en el Park Güell y otra en la Cripta
Güell. De los 36 metros que tenía el muro en su origen sólo queda el
pequeño tramo del paseo. El borde horizontal serpenteaba rematado por
fragmentos de tejas árabes que tras la restauración no se restituyeron y ahora
presenta un rebozado blanco, mientras el cuerpo sigue la idea original de
movimiento en su plano vertical, mucho más ancho en la base y vuelto hacia la
acera en su desarrollo hasta llegar arriba, como puede observarse visto de
perfil. El tejadillo de este portal, a dos aguas, tenía un voladizo de 4,5
metros, casi el doble del actual. Estaba cubierta en ambos vanos por unas tejas
de fibrocemento fabricadas por la casa Rocalla con una curiosa forma de conchas
de tortuga. En 1977 volvieron a fabricarlas para la restauración y en la
actualidad pueden verse perfectas tras la última intervención de mantenimiento
en el año 2000.
La verja peatonal estuvo
muchos años inutilizada y cubierta de arena la parte inferior. Una vez
limpiados sus hierros volvió a ser colocada y se pudo ver su correcto
funcionamiento con el entonces alcalde Joan Clos abriéndola y saliendo por ella
al paseo. Ese mismo día 13 de Noviembre
de 1999 se inauguró la escultura de
Antonio Gaudí realizada por Joaquim
Camps y colocada bajo los arcos, con el arquitecto en actitud de explicar
su obra a los visitantes. El tercer hueco que aparecía en el plano original
resultó ser un espacio sin abrir, dejado a propósito para que Miralles colocara
una pieza con su nombre, pero lo cierto es que ese proyecto nunca se llegó a
realizar. La vivienda del señor Miralles
con forma de barraca en homenaje a sus orígenes valencianos, acabó
construyéndola Doménech Sugranyes Gras,
el estrecho colaborador de Gaudí. Fue derribada
en la década de los 60 y en ese lugar pasaron a guardarse los tranvías, de
ahí el nombre con que se conocía el solar por esos años, Les Cotxeres. En 1968
el arquitecto José Antonio Coderch alumno de Josep Mª Jujol, construyó en el
solar los 500 apartamentos de lujo repartidos en unos 20 edificios que hay en
la actualidad. Presidiendo el portal, hay una escultura creada por Joaquim Camps, una obra realista
realizada en bronce y a tamaño natural (del mismo estilo que la ubicada frente
a la Casa Botines, en León), creada para homenajear a Gaudí. Antes de colocar
la escultura en su emplazamiento, la obra fue una de las pocas en recibir la
bendición de la iglesia el 8 de octubre de 1999 por el padre Lluís Bonet delante
de la Sagrada Familia, donde permaneció cinco días antes de ser trasladada a su
destino final, delante del Portal
Miralles, inaugurándose el 13 de
noviembre de 1999 ante el alcalde de Barcelona Joan Clos y el teniente
alcalde Jordi Portabella.
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