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Alex Guerra y Bartolomé Bioque |
Hola. En esta, la primera presentación de mi segunda novela, explicaré con algo de
detalle lo expuesto, algo que no repetiré en los siguientes eventos que se
realicen en torno a la misma, y por ello, servirá de referencia de aquí en
adelante. El hecho de vivir, por circunstancias de la vida, casi dos años en
una casa a cinco minutos andando del Park
Güell, me permitió recorrerlo y vivirlo de otro modo, como parte de mi
entorno, de manera más natural, y a cualquier hora del día (en ese momento aún
no era cerrado y de pago como ahora). Además está rodeado de un bonito bosque,
que muchas veces caminaba como ejercicio, o simplemente para relajarme en
contacto con la naturaleza (años 2011 y 2012). Era la gran ventaja de vivir en
aquel sitio, un poco alejado del centro neurálgico de la ciudad. Al poco
tiempo, y terminada mi primera novela, “Rongorongo”, no me costó mucho dar con
el siguiente tema a abordar para la segunda: el Park Güell. La manera, vino más
tarde, pero sentía muchos deseos de escribir algo que allí transcurriera. Creo que
al igual que anteriormente, me fue muy placentero escribir sobre un lugar y
unas circunstancias que conocía de primera mano, a la perfección. Uno de los
grandes protagonistas de la novela es pues, sin duda, el Park Güell, y en
segunda instancia, ya por el final, la Sagrada
Familia (por eso elegí la Biblioteca Sagrada Familia para esta primera
presentación). El protagonismo concedido a estas obras hace alusión, no sólo a
mi gusto por dar vida, en general, a los lugares que elijo para ambientar mis
historias, sino particularmente a que las construcciones de Gaudí están
diseñadas de manera tal que, quizá por su sutil simbiosis con la naturaleza,
emanan sus sonidos. De hecho la música, junto a la naturaleza, eran sus grandes
inspiradoras. Fotos: Alex Núñez y Maribel Pérez ~ Música: Parsifal, Overture (R.
Wagner). BookTrailer
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Toni Aguado, Alex Guerra y Bartolomé Bioque |
¿Qué puedo decir de la tarde del miércoles
en la Biblioteca Sagrada Familia?
Fue simplemente arrebatador ver tantos amigos, personas que conocía solamente
de las redes sociales, algunas que ya conocía personalmente pero no veía desde
hacía mucho tiempo, y otras con las que he ido interactuando los últimos meses
gracias a mis tardes de estudio y trabajo en la biblioteca que nos acogió, con
quienes al final fui cruzando unas palabras y que el miércoles, quisieron estar
allí conmigo. Me siento tremendamente afortunada, y agradecida con todos. Os
confieso que cuando hablé por la sala con la directora y la gestora cultural de
la biblioteca, sentí algo de temor de no llenar la más pequeña que tienen, con
capacidad para cincuenta personas. Pero para mi asombro y tranquilidad, la
llenamos (la llenasteis) y no hubiera bastado si los que llegaron más tarde, al
final, por motivos de trabajo, hubierais estado allí a las 19 horas. El Bibliotecario (Toni Aguado),
ha sido muy simpático con su presentación al principio, os dejo una foto de ese
momento. Agradezco muchísimo la asistencia de todos vosotros, y la activa
participación luego, en la ronda de preguntas. Ha sido muy alentador ver el
interés suscitado por el libro, y espero que su lectura colme vuestras
expectativas. Luego de una breve introducción de Tony Aguado, tomó la
palabra Bartolomé Bioque, que nos dejó a todos anonadados con su profunda
sabiduría sobre simbología y sobre la figura de Gaudí, y finalmente, pasé a
exponer, intentando ser breve, algo sobre la novela. Más tarde, mi querido
amigo Cristóbal Martínez, me ayudó en la tarea de la venta de los libros, un
apoyo logístico imprescindible ante la imposibilidad de la editorial (de
Málaga) de estar presente.
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Un momento de la presentación |
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Algunos amigos que asistieron a la charla (muchos no aparecen en esta foto porque llegaron más tarde) |
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Alex Guerra y Bartolomé Bioque |
En esta
novela he querido dar un planteamiento
diferente a la figura de Gaudí, aunque no menos interesante. Hasta ahora
situarle en clave esotérica o paranormal se había utilizado bastante,
aunque por lo general en ensayos o perfiles biográficos que se alejaban un poco
de la realidad, pues nada de lo que se especula está realmente probado.
Por lo tanto, en la novela expongo algunos de estos aspectos, pero me ciño a
los datos probados documentalmente, y además a mi propio punto de vista, que es
la licencia, la flexibilidad, que ofrece la ficción. Además, exploro el mundo interior de Gaudí, las contradicciones entre los aspectos
aparentemente grises de su personalidad y las exuberancias coloristas de su
obra. Y cómo los acontecimientos
(históricos y personales) influyeron en los cambios, en la evolución de su
personalidad. Pero sobre todo, es un homenaje al genial arquitecto y su obra,
escrito con cariño, un cariño que no profesaba en el momento de escoger su
figura para escribir una historia (ya que normalmente se le ve como algo
lúgubre, parco, taciturno, casi recalcitrante), pero que a medida que me fui
documentando, aprendí a querer cada vez más, hasta llegar a sentirme muy
cercana a sus sentimientos. De a poco fui cambiando mi percepción sobre él,
aprendiendo a conocerle mejor y admirarle, como seguro haréis todos los que el
miércoles os llevasteis el libro, cuya lectura ayudará a que ya no le veáis con
los mismos ojos. Gaudí no solo no era un ser gris, o malhumorado, como se le ha
querido ver en ocasiones; tal vez sí un poco temperamental. Gaudí fue un
visionario, un hombre sabio en su sencillez, con una genialidad interior que le
permitió plasmar algunas de las obras arquitectónicas más originales y
fascinantes del planeta, sencillas y grandiosas a la vez, con la Naturaleza
como principal fuente de inspiración. Estoy segura que como él mismo comentaba,
conseguía comunicarse con Dios y la
Naturaleza. Ellos eran sus verdaderos maestros. Aunque por supuesto,
también se inspiró en el gótico y en el modernismo que le tocó vivir. En
algunas obras, sobre todo al principio, aplica incluso conceptos sociales que
todavía no se hallaban arraigados en España, fruto de sus lecturas de autores
obreristas y utópicos ingleses y franceses. Todo ello mezclado con los
conocimientos que poseía de las sociedades “secretas” en auge del momento, como
la masonería o la alquimia, que se reflejan en elementos decorativos de toda su
obra.
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Bartolomé Bioque hablando sobre Gaudí y la masonería |
Sobre la masonería, como sé que es un tema que preocupa lo suyo a mucha gente, pasé un poco por encima sobre el
tema de la relación de Gaudí con esta sociedad. ¿Era Gaudí masón? No puedo
afirmar ni negar que lo fuera, pero mi opinión personal es que no lo era, pues
no existe documentación escrita que pruebe su adscripción a una logia masónica.
Diversos autores le han relacionado con la masonería, basándose sobre todo en
la presencia de elementos conectados con esta sociedad, en la iconografía de
sus obras. Además, aseguran que Reus, ciudad donde se educó, es la ciudad donde
se crearon las primeras logias, por lo que desde muy joven habría tenido
contacto con sociedades masónicas. Por otra parte, ya en Barcelona, también
vivió en un ambiente saturado de miembros de sociedades secretas e iniciáticas,
que además estaban muy de moda y en ebullición en la época. Pero el hecho de
que trabajara para masones no es baladí, y sus obras son personales pero
también constituyen encargos. Además el arte, como sabemos, no puede ser
interpretado a partir de una simple observación de su iconografía, sino que
posee múltiples interpretaciones dependiendo de muchos factores y del propio
punto de vista, necesidades, intereses y objetivos del intérprete. Siempre ha habido una estrecha relación entre simbolismo
y arte, y concretamente entre simbolismo y arquitectura, que
establece un lazo hacia la historia, una voluntad afectiva, que emerge o
desaparece según el interés del momento, y que se materializa, o se cristaliza,
en el símbolo como vehículo portador de esa historia, de esa memoria que
se desea recuperar, o perpetuar. Es en este contexto, creo, que Gaudí utiliza
toda esa rica simbología en sus edificios.
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Firmando el libro a Luis Silva, Isabel Alavedra, Wéllington Ángel y señora, y amiga de Sandra Galley y Nacho |
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Alex Guerra y Cristóbal Martínez |
¿Novela
histórica o contemporánea?
Se trata de un libro difícil de encuadrar, como creo que lo son la mayoría de
obras actuales, que mezclan diversos géneros. Quería contar aspectos de
momentos históricos de la época de Gaudí, pero sin hacer novela histórica. De
ahí, el tratamiento del tema de la investigación de fenómenos paranormales…
Quizá podría decirse que es una novela
contemporánea con guiños históricos, y de misterio. Se me ocurrió entonces
contar la historia de Gaudí, a través de sus conversaciones con un chico de
doce años que pasa un verano en casa de su singular bisabuela, padece de
insomnios aquejado por un amor no correspondido, y se escapa en las noches ante
el llamado de un misterioso amigo que vive en el Park Güell, lindante al viejo
caserón. Los capítulos van a saltos entre nuestro tiempo y el de Gaudí, y vemos
la Barcelona de su época, a través de sus ojos. Perdido por los recovecos
oscuros del parque e iluminado por la tenue luz de la luna, Nicolás traba
amistad con un extraño personaje, que dice llamarse Antoni. Siendo
esencialmente una novela de misterio en torno a un espíritu y su amistad con un
adolescente, se podría afirmar que se trata de una novela de temas paranormales e histórica a la vez, pero que transcurre
en la actualidad, no sólo en el Park Güell, también en el monte que
circunda el parque, el cementerio del Este (Poble Nou), y la Sagrada Familia.
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Firmando el libro a Rosa García, Maribel Pérez y Jordi Salat |
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Amigos esperando para firmar. Luis Domenech y Cristóbal Martínez |
Los escenarios
y personajes son reales en su trasfondo, involucrados y entrelazados en un
argumento creado por mí para dar forma a esta historia, que es ficticia. La
sencilla historia del chico que traba amistad con Gaudí es una excusa para contar algunos aspectos de la vida privada de
Gaudí, enmarcada en diferentes momentos
históricos de Barcelona, y para analizar desde un punto de vista riguroso,
el mundo de la investigación de lo
paranormal. Es a partir de esta circunstancia, que se irán incorporando
personajes como los investigadores de fenómenos paranormales de la SEIP, en su búsqueda de la verdad sobre
la inmortalidad del alma y la existencia de un “más allá”. Trato este tema con
total rigor. No es una historia de fantasmas, sino que se aborda el tema desde
la seriedad de casos documentados y estudiados científicamente. No esperéis
fantasía, o ciencia ficción. El tema está tratado con mucha sutileza, los
fenómenos ocurridos son muy tenues, e incluso dejo abierta a la interpretación
del lector, su naturaleza, su origen. Además, he querido reivindicar un poco el
trabajo de estos investigadores. Los he conocido, obviamente, muy poco serios,
que toman esto como una forma fácil de engañar a los crédulos y vender rutas o
charlas absurdas. Pero también existen personas muy serias trabajando en estas
cosas. En los capítulos que se desarrollan en época de Gaudí me concentro en
algunos períodos especialmente convulsos de la Barcelona de la época, y que de
una manera u otra influyen de manera decisiva en la evolución del carácter del
maestro. Él mismo nos llevará a vivir y entender distintas etapas de su vida y
de la historia de Barcelona: las ideas
obreristas y utópicas de 1885, el catalanismo
en plena “renaixença” y las huelgas de 1902, el proceso de
construcción del Park Güell, la Semana Trágica de 1909, los diversos
problemas del arquitecto con la burguesía hacia 1914, y la Sagrada Familia como centro de su vida desde 1883 hasta su muerte
en 1926, llevándonos en un viaje por el universo personal y social del
arquitecto.
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Firmando el libro a Jose A. Molina, Rosa García, Maribel Pérez, Victoria Bronskaya, Jaime Toral, Nacho y Sandra Galley |
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Alex Guerra y Cristóbal Martínez |
La
importancia de la música. La
música, tal como en la anterior novela, ocupa un papel preponderante, y
diferentes melodías relacionadas en la vida real con los telones de fondo,
inspiraron muchos de los relatos, apareciendo sugeridas o explícitamente en los
mismos. Además, cada música la
identifico con uno de los personajes principales, y son especialmente tres, de
las cuales, escogí pequeños fragmentos, que utilicé de fondo para leer algunas
líneas de la novela relativas a estas melodías. La tecnología, como a veces
asa, falló y no pude hacerlo, como lo tenía preparado y por ello he grabado
estos fragmentos, con música y locución. Tannhäuser (Overture) (puedes escucharlo pinchando el resaltado amarillo) Richard
Wagner. Wagner fue uno
de los compositores preferidos del maestro Gaudí, y su música (además de formar
parte de la banda sonora del BookTrailer de “La sombra de Gaudí”), también está
incluida en el libro, sobre todo en una maravillosa escena en la que Gaudí otea
el horizonte desde su casa del Park Güell en plena Semana Trágica de julio de
1909. “Miró la posición del sol en el
cielo, que apenas se adivinaba entre las cenizas flotantes. Las nueve de la
mañana y aún no había acudido a la obra del templo, igual que en los últimos
días, desde que había empezado la huelga general. A sus cincuenta y siete años,
nunca había vivido un día sin trabajar, desde que empezara de muy niño en el
taller calderero de su padre en los alrededores de Riudoms, excepto cuando los
problemas reumáticos que de vez en cuando le aquejaban, le impedían una normal
movilidad. Hasta estos días infames. Llevaba dos días sin salir de la
urbanización. Pero ya era suficiente, debía ponerse manos a la obra, aunque no
estaba seguro de encontrar allí a nadie. Desde el interior de la casa le
llegaban las notas de Tannhäuser del gran compositor por él admirado, Wagner,
que sonaban penosamente en el viejo gramófono.”
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Cristóbal Martínez, Silvia Pallarés, Rosa García, Alex Guerra y Maribel Pérez |
Parsifal (Act1-Prelude) (escuchar pinchando
en la parte amarilla) Richard Wagner. En 1914 Gaudí va al Teatro Liceo de las
Ramblas con sus amigos, al estreno de Parsifal, una historia interesantísima,
después de 30 años sin poder ser representada en ningún otro sitio que el Festspielhaus de Bayreuth (Alemania). “Por lo tanto, cargando ese estado de
ánimo, y a pesar de ser buen apreciador de la música, las tres horas y media de
representación de los dos primeros actos, le habían sumido en momentos
sumamente soporíferos, envuelto en aquellas inacabables retahílas monótonas. Y
todo ello, sin contar las horas extraordinarias en que la representación se
había llevado a cabo, para no solaparse con las restricciones impuestas por la
prohibición hasta 1914. Él, que estaba acostumbrado a irse a la cama a horas
tempranas y dormir sus ocho horas nocturnas, como costumbre sagrada, lo estaba
pasando francamente fatal. Aún así, hizo un esfuerzo por mantenerse despierto,
ya que la misma búsqueda que le llevaba a inspirarse constantemente en la
naturaleza, le llevaba también a imaginar formas en las melodías, formas
impregnadas de espíritu musical. Sin poder evitar que los párpados cedieran en
algunos momentos y los ronquidos suaves alertaran a sus amigos, que a fuerza de
codazos le mantenían despierto, había conseguido asistir al final de la obra.”
Suite para Cello nº1 (escuchar pinchando
en el resaltado amarillo) Johann Sebastian Bach fue un compositor muy apreciado
por Gaudí, y la Suite para Cello nº1, una de las composiciones preferidas de la
entrañable Bibi, la bisabuela de Nicolás en “La sombra de Gaudí”, aparece en varias
escenas de esta historia. “Las notas de la Suite número 1 para Cello de Bach, una de sus
composiciones favoritas, comenzaron a flotar en el aire predisponiendo, o eso
esperaba yo, a la paz de espíritu que necesitaría mi bisabuela, no sólo para
comprender mi extraña relación con Antoni, sino para aceptar mi omisión
respecto a las salidas secretas que realizaba desde hacía dos semanas casi
todas las noches. Y decir omisión es sólo una manera de no sentirme tan
gilipollas, tan asquerosamente mentiroso con alguien que no lo merecía. Aunque
sospechara que algo extraño estaba sucediendo conmigo, pues andaba todo el día
como un sonámbulo después de levantarme a unas horas que no eran normales en
mí, no creo que se imaginara algo tan pavoroso. Y su salud flaqueaba, como para
exponerla a una noticia tan chocante sin previa preparación.”
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Algunos de los amigos después de la presentación en el Xamfrà Gaudí |
Para
terminar con las grabaciones, y considerando que en la presentación faltó la presencia
de nuestro querido Antoni (o no… ), deseaba pasar un pequeño fragmento con su
voz, que tampoco fue posible, pero os lo adjunto aquí: Voz de Gaudí en “Gaudí” de Manuel Huerga (1988). “La Sagrada Família
és un temple hel.lènic. L’estil que jo faig, és el que haurien fet el grecs
modernament, si haguessin anat florint fins avui. Jo he convertit l’arquitectura
en l’art d’anar veient el que hi ha a les formes inorgàniques” (“La Sagrada
Familia es un templo helénico. El estilo que yo hago, es el que habrían hecho
los griegos modernamente, si hubieran florecido hasta hoy. Yo he convertido la
arquitectura en el arte de ir viendo lo que hay en las formas inorgánicas”). De
la película “Gaudí” de Manuel Huerga (1988, emitida en 1989 inaugurando las
emisiones regulares de Canal 33). Finalmente,
a las 9 de la noche salimos de la biblioteca y unos cuantos nos fuimos a tomar
algo para seguir conversando, como ya es costumbre en este tipo de eventos que
nos reúne cada cierto tiempo, al Xamfrà
Gaudí, un bar bastante tradicional del barrio a cien metros de la Sagrada
Familia, que aparece a partir de la página 278 del libro, como un lugar de
encuentro fortuito entre dos de los personajes, en un día lluvioso y nostálgico
de octubre. Finalmente, no puedo dejar de agradecer a la Biblioteca Sagrada Familia, a donde suelo ir algunas tardes e
incluso mañanas para trabajar, y que tan amablemente me cedió el espacio y el
apoyo técnico. A Bartolomé Bioque
por el interesante prólogo que escribió para el libro y por acompañarme en la
presentación, y a Cristóbal Martínez
que me hizo el favor de hacer de tesorero al final de la charla. A Editorial Seleer por publicar el libro,
a mi hijo Diego Robledo por toda su
ayuda con el personaje adolescente de esta historia y a quien va dedicada la
misma, y a Antoni Gaudí, de cuya
genialidad salió la idea de escribirla.
Sinopsis: Un chico de doce años que pasa un verano
en casa de su singular bisabuela, se escapa en las noches ante el llamado de un
misterioso amigo que vive en el Park Güell, lindante al viejo caserón. Perdido
por los recovecos oscuros del parque, traba amistad con el extraño personaje,
que dice llamarse Antoni. Una historia en la que se irán incorporando
personajes como los investigadores de fenómenos paranormales de la SEIP, en su
incansable búsqueda de la verdad sobre la inmortalidad del alma y la existencia
de un más allá. La historia nos sumerge de manera amena y a través de la
memoria de Gaudí, en un detallado viaje por el universo del genial arquitecto,
que nos llevará a vivir y entender distintas etapas de su vida, las
contradicciones entre los aspectos aparentemente grises de su personalidad y
las exuberancias coloristas de su obra, y la manera como los convulsos hitos
históricos de la Barcelona de la época influyeron en su evolución personal. No
volverás a ver a Gaudí con los mismos ojos…
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