"Gaudí y el conde de Güell. El artista
y el mecenas". Carmen Güell (Martinez Roca, 2001). Escrito por la
tataranieta de Eusebi Güell, Carmen Güell, es el primer libro
que sale de la propia familia del mecenas. Después de
acceder a la documentación oral y escrita de su familia, Carmen Güell, relata una
de las mejores aventuras culturales de la Cataluña de hace un siglo. Eusebi
Güell Bacigalupi, empresario catalán de mucho arranque, viaja a París para
visitar la Exposición Universal de 1878. Observador como es, nada le pasa
desapercibido. Ha acudido a esta cita internacional para respirar los aires de
otros países, pero se detiene ante una vitrina del pabellón español. Ve todo un
portento de genialidad, que ha hecho construir la guantería Esteban Comella de
Barcelona: seis cristales planos unidos por piezas metálicas, que forman un
paralelepípedo en su parte exterior mientras que en el interior deja verse un
templete trabajado para delirio de caprichosos. Para Güell, aquello sería el
anzuelo: tras él estaba un tal Antonio Gaudí, un joven arquitecto de 26 años.
Llegar a España e interesarse por él será una sola cosa. Pero antes de que
llegue el momento, Carmen Güell nos ha hecho embarcar rumbo a Cuba y más tarde
a Santo Domingo, sufrir los avatares de catalanes que hacían las américas,
regresar como indianos, entrar en la familia de un esforzado Juan Güell que a
los nueve años cruza el océano, ver el nacimiento de Eusebi Güell Bacigalupi,
quien sería primer conde de la saga, conocer los logros de las navieras y de la
venta de la harina allende los mares... Últimas décadas del siglo XIX. El
lector asciende por la Rambla de los Capuchinos y entra en el Palacio Moja.
Encuentra a mosén Cinto Verdaguer como capellán de la familia López -marqueses
de Comillas- de la que una hija, Isabel, se casará con Eusebi Güell. Verdaguer
será el poeta nacional de Cataluña y algunas de sus mejores composiciones nacen
al hilo de largos viajes junto a la familia Comillas. A pocos metros, en la
calle Conde del Asalto, los Güell se harán construir un palacio al que la
familia siempre verá aires genoveses, puede que venecianos, en su interior...
Gaudí encuentra en Güell al mecenas entusiasta, de temperamento ecuánime y
magnánimo de carácter, “de palabra fácil y cordial, de cálida y acogedora
sonrisa”, como dice la autora del libro.
Gaudí es
un joven de 26 años que, a juicio de Carmen Güell, “busca buenos contactos y en
ese momento es ambicioso”. Con el tiempo, hay franca amistad, admiración mutua.
Para Gaudí, además, acometer un encargo como la Sagrada Familia supone una
transformación interior que le lleva al misticismo plasmado en la obra. “Aunque
no consta en documentos, es patente que Eusebio Güell era hombre de profundo
sentido religioso: en sus casas siempre quiso oratorio, estaba prevista una
capilla en el Parque Güell, pensó en cómo podían vivir la práctica religiosa
los trabajadores de la colonia Güell y de ahí que ideara la cripta... Eso le
llevó a ser un gran ciudadano”. Mecenas y artista pasean juntos por un parque
que quería ser la primera urbanización ajardinada del país... comparten afán
estético y cierta incomprensión por parte de la burguesía que no acaba de
hacerse a la idea de qué son esas formas tan raras como el dragón que abre la
puerta al jardín de las Hespérides, en Pedralbes. Historiadora
del arte, la autora confiesa su admiración por ambos, lo que hace del libro una
obra amable, con una mirada comprensiva y positiva, también para los
detractores de un dúo de genios que jugaron a entregarle al mundo algo
distinto.
“Gaudí, l’arquitecte de Déu”. J. J. Navarro Arisa (Planeta, 2002). El libro trata de desentrañar algunos interrogantes sobre los enigmas de Gaudí a través de las peripecias personales y creativas de su protagonista y de una descripción contextualizada de la época y de la sociedad que hicieron posible la plasmación de su genio en las obras que creó el arquitecto.
“Gaudí, l’arquitecte de Déu”. J. J. Navarro Arisa (Planeta, 2002). El libro trata de desentrañar algunos interrogantes sobre los enigmas de Gaudí a través de las peripecias personales y creativas de su protagonista y de una descripción contextualizada de la época y de la sociedad que hicieron posible la plasmación de su genio en las obras que creó el arquitecto.
“Regreso a Gaudí’s Place”. Ana
María Férrin (Jaraquemada, 2005). Vive la Sagrada Familia ceñida por un cordón existencial
que gira a su alrededor las veinticuatro horas del día.
Maga, influye sobre la vida de sus vecinos y admiradores sean o no
creyentes, instalándose en la savia íntima de cada uno. Su mística trasciende
de una religión concreta y sólo importa el espíritu del lugar y la admiración
por el arquitecto Antonio Gaudí, que logró realizar su sueño, este templo,
embarcando hasta hoy a seis generaciones y logrando ponerlo en pie gracias a la
cultura del esfuerzo. Al paso, desde
cualquier punto de la ciudad su línea del horizonte es bien visible. Pero
quienes ceden a su influjo prefieren acercarse hasta la plaza, sintiéndose
hermanados en una danza de vida mestiza. Hecha
de regresos, partidas y decisiones. Y
alados, los espacios que envuelven la plaza Gaudí cobijan halcones, palomas,
lechuzas, golondrinas. Mientras, por la plaza Gaudí transitan... un escultor
japonés y su deseo de poesía. La pasión como destino. Bailarinas y musas. El
gran escritor recordando una velada (casi) erótica en uno de
sus campanarios. La aviadora que busca la superación surcando los cielos.
El topo salvando a su camada. La magia de un jurista. El famoso compositor
de ópera venido desde Tarragona. África abrazando al cirujano de vida
solidaria. El gitano que cedió su cama a Gaudí y el Guardia Civil que lo
auxilió. Un Director de cine que no se rinde. De profesión: sexo. Por los
cerros de Palencia, León, Cantabria, Burgos, Álava, la posible inspiración de
Gaudí. La lucha por cerrar una ofensa de la Guerra Civil. Sefardíes y
su/nuestra lengua e historia. Personajes que aparecen y parten tras
compartir secretos con el lector en las 270 páginas y 300 imágenes de la
novela-reportaje: Regreso a
Gaudí's Place.
“La clave Gaudí”. Esteban Martín y Andreu
Carranza (Plaza & Janés, 2007). La novela nos traslada desde la Barcelona
de comienzos del siglo XX hasta la actualidad. María, pariente de un Gran
Maestre de una fraternidad cristiana, y su novio matemático, Miguel, tienen
hasta el 30 de diciembre de 2007 para encontrar una reliquia cuyo poder podría
redimir a la humanidad de un terrible mal que se avecina. Con la ayuda de un
librero y una japonesa experta en la obra de Gaudí, descubren que en los
edificios más emblemáticos del arquitecto catalán está la solución al enigma.
La clave tal vez se encuentre en las estrellas… Buenas descripciones de la Barcelona
de principios del siglo XX, donde se entremezclan varias sociedades secretas.
Con una trama misteriosa centrada en el arquitecto Gaudí, el lector recorrerá
la ciudad condal a través de sus páginas. Sobre cuál fue la clave de la novela,
los autores comentan: “La primera clave ha sido encontrarnos. Gaudí nos ha
unido y no sólo en el trabajo. Gracias a él ahora somos amigos. La segunda
clave, con relación a la novela, es el propio personaje que impuso un ritmo
narrativo frenético y también nos abrió la puerta a su mundo fascinante y
misterioso. Ahora le vemos con ojos nuevos.” Es un libro tipo best seller del
estilo de “El código da Vinci” o la “Hermandad de la sabana santa”. La novela nos
presenta dos grupos que se perpetúan desde hace siglos: una secta satánica a
cuyo mando está Asmodeo, y una fraternidad cristiana a cuyo mando está el Gran
Maestre... En su día, Gaudí fue uno de los Grandes Maestres, y quedando poco
para el cumplimiento de la profecía, le confiesa a un pequeño que vive con él
la misma, y le encomienda guardar y proteger el objeto secreto, la reliquia de
Jesús... el pequeño ve morir a Gaudí asesinado y sabe lo que tiene que hacer...
huye de Asmodeo y sus amigos y acaba convirtiéndose en Gran Maestre.
“Gaudí, la novela de una vida”. Mario Lacruz (Funambulista,
2010). Ya había sido publicada
en 2004 por Ediciones B, y ha sido recuperada para la editorial de la familia
Lacruz, Funambulista, incluyendo la traducción del inglés, el postfacio de su
hijo Max y el prólogo de Rosa Montero, quien presenta el retrato del editor con
un gran cariño y una gran humanidad. Esta obra no es una novela al uso sino más
bien semeja un guión de cine. Bien es cierto que Lacruz escribió un guión sobre
Gaudí, el cual generó una película que no tuvo el nivel esperado (“Gaudí”, José
María Argemí, 1960), pero este no ese libreto. Con escenas cortas, poco
descriptivas y de abundante diálogo vamos conociendo al arquitecto desde su
época estudiantil, rebelde, “salvaje”, con ganas de comerse el mundo, hasta la
última y retirada fase de su vida concentrado en su magna obra de la Sagrada
Familia. Quizá lo más difícil de entender del catalán sea su transformación
desde un ateo anticlerical, hasta denunciar a los propietarios de la Casa Milà
por no colocar en su fachada la imagen de la Virgen. Sin embargo, es ahí donde
triunfa este texto, con pocas frases y pocas reflexiones pero incidiendo en las
emociones con sus escenas cinematográficas al uso, es capaz de mostrarnos el
recorrido del arquitecto desde un extremo al otro, y lo que es más complicado
aún, de entender las razones de ese cambio. Texto muy agradable de leer,
extremadamente visual con escenas vívidas, diálogos vehementes, anécdotas
noveladas… todo esto unido a la buena documentación que usó Lacruz para
componerlo, tratando con aquellos que de primera mano o de segunda trataron con
Gaudí, da forma a la novela de una vida que nos deja con el agradable sabor de
boca de una obra bien construida, viva, y con el recuerdo de un gran hombre de
la arquitectura. La vida de Gaudí es un enigma. Mario Lacruz da una
interpretación narrativa del mito de Gaudí en esta novela que no publicó en
vida, y que tiene la admirable virtud de presentar al arquitecto catalán como
un personaje vívido, creíble y de una enorme convicción.
Lacruz nació en
Barcelona en 1929 y murió en esta misma ciudad en el año 2000. A lo largo de su
vida desarrolló una intensa labor editorial en Plaza & Janés, Argos-Vergara
y Seix Barral, que lo convirtió en uno de los editores más respetados y
reconocidos dentro del ámbito hispánico. Al mismo tiempo no dejó de escribir,
como lo demuestran los numerosos manuscritos inéditos encontrados en su
armario. Con motivo de la reciente reedición de sus novelas El inocente
(premio Simenon, 1953), La tarde (premio Ciudad de Barcelona, 1955) y El
ayudante del verdugo (1971), que Editorial Funambulista ha publicado en un
solo volumen en 2009 con el título Trilogía de la culpa, la crítica lo
ha definido como una de las voces narrativas españolas más singulares de la
segunda mitad del siglo XX. Él mismo se consideró un francotirador de las
letras. Tras su muerte, aparte de Gaudí, la novela de una vida, se han
publicado sus novelas Intemperancia y Concierto para disparo y
orquesta (Funambulista, 2005) y la antología de cuentos Un verano
memorable y otras historias. La
película “Gaudí” de Argemí (1960), se centra en la vida y trágica muerte
de Antonio Gaudí, es una evocación cinematográfica de la existencia del genial
artista y arquitecto catalán. Es la segunda y última película de José María
Argemí, productor y guionista, basada en el libreto de Mario Lacruz, con los actores
Carlos Mendy, Manuel Gil, Josefina Güell, Linda Chacón, Pedro Javier Martínez,
María Matilde Almendros, José María Caffarel, Rafael Anglada, Mario Beut,
Ventura Oller.
“El sueño de la ciudad”. Andrés Vidal (Planeta, 2012).
En la Barcelona convulsa de 1914, Dimas Navarro, hijo de inmigrantes, se niega
a aceptar su destino como mecánico en las cocheras del tranvía. En su
aspiración por escalar socialmente, logra ganarse la confianza de Ferran
Jufresa, el ambicioso heredero de una de las familias de joyeros más
importantes de la Ciudad Condal. Sin embargo, no cuenta con un serio obstáculo:
la atracción hacia Laura, hermana menor de Ferran y una mujer avanzada a su
tiempo, que compagina su trabajo en el obrador familiar con su colaboración en
el taller de la Sagrada Familia de Gaudí. Un escenario muy apropiado para
narrar la historia de Dimas Navarro
y Laura Jufresca, dos jóvenes de
clases sociales diferentes cuyos caminos se cruzan, que derivará a en una
relación de amor y odio en la que tendrán que vencer diversas barreras: los
prejuicios infundados, las expectativas familiares y las diferencias sociales. En
contraste con la gran mayoría de la población obrera, Dimas se presenta como un
joven ambicioso y con metas. Él no está dispuesto a resignarse a un trabajo
esclavizado y mal pagado, por el contrario, quiere lograrse un futuro y, para
ello, se valdrá de toda su astucia. En cambio Laura ha tenido una vida más
fácil. Como hija de una importante familia de joyeros, económicamente ha tenido
gran libertad, no obstante, aún está buscando su camino como artista.
Precisamente será ella la encargada de acercarnos a la obra maestra de Gaudí,
figurando como voluntaria en el proyecto. La obra nos transporta a la Barcelona
del año 1914 recorriendo sus calles, su gente y su arte en todo su esplendor a
través de los protagonistas, los cuales están caracterizados muy
cuidadosamente.
“El asesino de la Pedrera”. Aro Sáinz de la Maza (RBA,
2012). Es la primera novela
negra del autor, y en ella da vida al inspector Milo Malart, del que está
preparando ya la segunda entrega de la serie. Obtuvo una mención especial del
jurado del V Premio Internacional RBA de Novela Negra. Un alto cargo de La
Caixa es calcinado vivo y atado a un balcón del célebre edificio de Gaudí. A Pinto,
que también fue conseller de Cultura, le han torturado durante cinco días,
dejándole morir poco a poco de sed e inanición. El inspector Milo Manart debe evitar de cualquier
modo que se repita porque todo apunta a que Pinto no es más que la primera
víctima de un sádico y metódico asesino al parecer obsesionado con la figura de Gaudí y ansioso por arrebatar a la
ciudad de Barcelona su condición de apacible estampa turística. Un “psicópata
perverso”, tal y como apunta Aro Sáinz
de la Maza, que no tardará en ganarse el apodo de “El verdugo de Gaudí”. Sáinz de la
Maza juega con el cambio de marchas de este trepidante y atípico thriller al
que no le faltan detalle. Ahí están, por ejemplo, las corruptelas políticas, el
embellecimiento de la ciudad a cualquier precio, ecos nada velados del caso
Palau, las bajezas de algunos programas de televisión, el abismo social que
separa a los de arriba de los de abajo y, en fin, “el elemento de crítica social que ha de tener cualquier novela que se
precie”, tal y como apunta el autor. Una crítica social que llega aquí
servida por una Barcelona que, con todas sus luces y sombras, utiliza a Gaudí
como brújula para moverse entre los movimientos antisistema y las 400 familias
que manejan los hilos de la ciudad; entre jóvenes que solo quieren verlo todo
arder e ilustres ciudadanos como Fèlix Torrens, presidente del ficticio Círculo
Gaudí en el que no cuesta demasiado reconocer algunos rasgos de ese otro Fèlix
que saqueó el Palau de la Música. “Evidentemente, me nutro de este caso como
punto de partida”, apunta el escritor. “La figura de Gaudí es fascinante: una
persona que llega a la ciudad convertido en un bon vivant que se desplaza a las obras en calesa y de repente se
convierte en un ser místico y espartano, en alguien capaz de crear las
chimeneas de La Pedrera”, comenta el autor.
"El método Gaudí". Lluc Oliveras (Ediciones B,
2013). Ricardo Méndez es un reconocido arqueólogo que lleva más de veinte años
siguiendo la pista de Antoni Gaudí y de la cripta de la Colonia Güell –una de
las obras menos conocidas del genial arquitecto–. En su apasionada búsqueda da
con el diario de Vicenç Gómez Belmonte, un joven de catorce años que entró a
trabajar en la obra como peón y acompañó al gran maestro durante todo el
proceso de construcción de la cripta, un lugar donde levantó un moderno obrador
desde el que desarrolló su inigualable técnica y toda la creatividad que más
tarde aplicaría al templo de la Sagrada Familia. Junto al maestro Gaudí, Vicenç
se adentrará en la Barcelona de la época y en la mente de su mentor, llegando a
entenderlo como persona y genio, y nos dejará claro que la mente de Gaudí
funcionaba como la de un Leonardo Da Vinci o un Nikola Tesla y que conseguirá
detallar la metodología de trabajo, la capacidad de liderazgo y el secreto de
la concepción creativa del gran arquitecto.
“El código Gaudí”. Joaquín de Saint
Aymour (2013). El libro desvela que Barcelona oculta una trama gráfica en forma
de pentáculo, hacia donde confluyen las antiguas líneas geodésicas que los
científicos masones del siglo XIX trazaron para prolongar el meridiano cero de
París hasta la costa de la ciudad, un antiguo proyecto hermético para obtener
una medida universal, posteriormente llamada metro. Además, ofrece la
posibilidad de recorrer diez rutas urbanas contemplando las antiguas claves y
lugares de los artistas, masones, ocultistas, intelectuales y filántropos que
intentaron convertir a Barcelona en una ciudad hermética y simbolista, como
capital de una Cataluña utópica basada en las antiguas mitologías medievales,
entre otras la de San Jorge y el Dragón. Entre las ilustraciones que muestra El
Código Gaudí figura una foto del lugar exacto donde cayó malherido el célebre
arquitecto en 1926, atropellado por un tranvía cuando cruzaba una de las
principales avenidas de la ciudad. Antonio Gaudí falleció a los tres días en el
Hospital de la Santa Cruz, pero aquella muerte sigue sin esclarecer,
alimentando la sospecha de que tal vez no fue un accidente sino un homicidio
deliberado para robar la clave con la que diseñó la catedral de la Sagrada
Familia: el Código Gaudí.
“El
arquitecto de sueños”. Teresa Roig (2013). La novela narra la historia de la
Casa Milá, conocida como La Pedrera, y su arquitecto, Antonio Gaudí.
En 1860,
Josep Guardiola regresa de las Américas con mucho dinero, y años más tarde, se
enamora de una chica cuarenta años más joven.
En 1874, un joven Antonio Gaudí,
estudiante de arquitectura, conoce a una maestra, librepensadora y
revolucionaria, Josefa Moreu, de quien se enamorará.
Dos historias de amor que
transcurren en paralelo durante años, hasta que se cruzan en el lugar y momento
precisos y que trascenderán más allá del tiempo y del espacio.
Las vidas de
unos hombres que, con su afán de superación, transformaron una ciudad y las
aventuras de unas mujeres, inconformistas, rebeldes y provocadoras, que se
adelantaron a una época. Roig rememora que empezó a trabajar en su nuevo título
después de descubrir durante una excursión familiar la figura del millonario
indiano Josep Guardiola, natural de la pequeña población tarraconense de
l'Aleixar y casado con Rosario Segimon, que al quedar viuda, unió su vida al
joven burgués Pere Milà. En “El arquitecto de sueños” (Roca en castellano y
Columna en catalán) se narra cómo el matrimonio formado por Milà y Segimon
encargó a Gaudí, un hombre de moda en 1906, la construcción del edificio y todo
lo que fue sucediendo hasta que el proyecto tomó forma y provocó que muchos en
la Barcelona de aquel momento dejaran de hablar a los promotores por entender
que "aquella cantera degradaba el Paseo de Gràcia". Teresa Roig
comenta que en esta novela coral todos los personajes que aparecen estaban
conectados de una u otra forma antes de que el bloque de pisos se construyera,
en una historia "de amores y desamores que queda reflejada en la
novela". El relato muestra "la
obra de un hombre, que dio cancha a su universo creativo, en la última obra
civil que diseñó, y que va mucho más allá del modernismo".
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