El Pino de las Tres
Ramas es un símbolo del independentismo catalán que no debería pasar
inadvertido a Antoni Gaudí cuando proyectó el monumento al doctor Bartolomé
Robert, alcalde de Barcelona en 1899 durante 6 meses. El médico y político
nacido en 1842 en la localidad mexicana de Tampico murió en 1902, y sólo
después de ocho años de su muerte se puso la primera piedra de un conjunto
escultórico que le había de rendir póstumo homenaje. El monumento es atribuido
por muchos al arquitecto Domènech i Montaner, pero en realidad parece ser que
fue ideado por Gaudí, y proyectado por Josep Llimona, inaugurándose el 13 de
noviembre de 1910 en la plaza Universidad de la capital catalana. A pesar de
los diversos cambios vividos durante el siglo XX, el monumento estuvo siempre
acompañado de una reproducción alegórica del emblemático árbol bergadán. Se
comenta que Franco la quiso destruir a causa de su simbolismo catalán, pero el
entonces alcalde hizo retirar el monumento discretamente, almacenándolo en un
cobertizo en la calle de Wellington, donde descansó hasta 1975. Tras la muerte
de Franco el monumento fue restaurado y vuelto a erigir en un acto público en
la plaza de Tetuán en 1985, donde se encuentra aún hoy en día. A pesar de que
algunos historiadores clasifican esta obra como si fuese de Domènech i
Montaner, se trata del mismo estilo que Gaudí plasmó en la Pedrera o la Casa de
Campo de Güell en el Garraf (ahora restaurante). Sin embargo no existen pruebas
de que Gaudí sea el autor del mismo.
Emprendí una nueva incursión nocturna por el Park Güell, simplemente para llenar el vacío de mi desvelo por un enigma no resuelto. Me pareció que alguien me espiaba, y a pesar del miedo que eso me produjo, la curiosidad pudo más y esa sensación me impulsó a continuar mi camino en lugar de desandar mis pasos.
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