En este artículo nos preguntamos sobre algunas de las interpretaciones que se han hecho sobre la vida de Gaudí y su obra, relacionándole con la masonería, la alquimia, los rosacruces, los templarios e incluso a la adicción a los alucinógenos, e intentamos desmontar o explicar algunos de estos mitos. Nos concentramos sobre todo, por motivos relacionados con nuestro trabajo, y por contener la mayor concentración de simbología estudiada, en la interpretación del Park Güell y la Sagrada Familia.
Escalinata de entrada del Park Güell, el dragón, el compás y la sala hipóstila al fondo. Foto: Alex Guerra Terra 2012
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Mas de la Calderera
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Nacimiento
Antoni Gaudí i Cornet fue bautizado en la iglesia parroquial de Sant Pere Apòstol de Reus, pero su residencia familiar se encontraba en Riudoms. ¿Nació en Reus o Riudoms? No existen documentos sobre su lugar de nacimiento, pero usando la lógica pensamos que su madre, Antonia, que no gozaba de buena salud y había perdido algunos embarazos anteriormente, evitaría desplazarse en carro de caballo por los tortuosos caminos de aquella época, mal trazados, desde el Mas de la Calderera donde vivía, hasta Reus, en un estado de gravidez avanzado.
Antoni Gaudí. 1878
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Vida sentimental
Gaudí fue un joven vivaz, sano, bien parecido, de cabellos rojizos y perspicaces ojos celestes, y se cuidaba y vestía a la moda, a pesar de estar impregnado por aquellas épocas de ideas que le acercaban al ideal utópico y obrerista. En su juventud era propenso a abrigar emociones por el sexo opuesto. Sin embargo, su vida sentimental, casi inexistente, ha estado muy manoseada por la especulación debido a la falta de datos, testimonios y documentos sobre el tema.
Pepeta Moreu
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Pero la homosexualidad que algunas veces se le ha atribuido, sin ninguna base documental, es altamente improbable. Se puede hablar de un sentimiento platónico profesado hacia una joven con la que coincide quince días en casa de unos amigos, durante su carrera de arquitecto, de quien se enamora profundamente. Pero ella vivía en el extranjero y además estaba prometida. Después de tres años sin verla, aprovecha un viaje para recorrer y conocer las catedrales de Europa, para desviarse hasta el pueblo de la joven y contemplarla. Este hecho, que tampoco está estrictamente documentado, se infiere de un poema de Joan Maragall, que escribía Una calaverada en 1904, muchos años después de los hechos, relato oculto que revelaba, sin mencionar el nombre del protagonista (un joven de cabellos rojizos y ojos celestes), la supuesta aventura de su amigo Gaudí, revelada por él una tarde, en una de aquellas reuniones de risas y voces masculinas, de inconfesables confidencias.
Joan Maragall. 1903
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Más tarde se enamora profundamente de Pepeta Moreu, hija mayor de los Moreu de Mataró, profesora de piano y de idiomas en la escuela de la Cooperativa Mataronense, y único idilio que le puede ser atribuido con total base documental. Dos jóvenes ocuparon sus pensamientos después de Pepeta, aunque no se sabe casi nada de estas relaciones, que probablemente fueron también platónicas. Una de ellas era protestante y la otra, más tarde, se haría monja. Su posterior celibato, será la consecuencia de sucesivas frustraciones amorosas, debidas en parte, probablemente, a su incorregible timidez, como también a un proceso de profundización en sus creencias religiosas que le llevará a convertirse casi en un místico.
Cruz del talayot o turó de les menes. Park Güell
Foto: Alex Guerra Terra 2012 |
Masonería
Existen teorías de que el arquitecto, a pesar de su catolicismo extremo, presente también en la iconografía de sus obras, estuvo conectado con la sociedad masónica (Joan Llarch, Josep María Carandell, Jordi Elías, Ernesto Milà, Eduardo Rojo). Pero de entrada hay una contradicción con la doctrina católica, que no puede serle negada, y que cree en la trascendencia y la resurrección de la carne. Como se sabe, a la francmasonería no le importa la llamada otra vida del alma, pues cree que ni es hombre el cuerpo muerto, ni lo es el alma. Evidentemente en las construcciones gaudinianas abundan signos y símbolos que son patrimonio de determinadas sociedades secretas. Los estudiosos que intentan ver en Gaudí relación con la masonería, se basan sobre todo en la observación de estos símbolos contenidos en su obra, ya que no existe ningún tipo de prueba documental que apoye esta idea, a no ser indicios de los que hablaremos más adelante. Además, aseguran que Reus, ciudad donde se educó, es la ciudad donde se crearon las primeras logias, por lo que desde muy joven habría tenido contacto con sociedades masónicas. Por otra parte, ya en Barcelona, también vivió en un ambiente saturado de miembros de sociedades secretas e iniciáticas, que además estaban muy de moda y en ebullición en la época. Sus amistades entre socialistas utópicos y anarquistas, y su relación con curiosas asociaciones excursionistas de la época, también han dado que hablar.
Escalinata de entrada. Park Güell
Foto: Alex Guerra 2012 |
El Park Güell es el trabajo más paisajístico del artista, y el más completo, donde se engloba el total de sus intereses. Desde arquitectura a ingeniería, urbanismo, paisajismo, jardinería, despliegue de técnicas constructivas y un notable apartado naturalista, sin olvidar la vertiente privada y familiar vivida en su casa del parque, por un tiempo muy prolongado, casi veinte años. El pensamiento de Gaudí late por todos los rincones en el Park Güell, y curiosamente concentra muchos de estos animales y signos de características míticas y de gran simbolismo, que se han utilizado para afirmar la relación de Gaudí con la masonería. Ya desde la entrada, los peldaños de la escalinata que suben hacia la sala hipóstila, suman 33, grado máximo de la masonería.
Pináculo coronado con
estrella en seis direcciones. Pabellón Park Güell. Alex 2012 |
Antes de entrar al parque, en el muro que lo rodea, surge el término Alaba Por, que cambiando el orden de las letras se obtiene Labor, correspondiente al nombre de una casa masónica. Pero observando los fragmentos cerámicos se comprueba que están dentro de una cenefa que contenía la frase Alabado sea por siempre el Santísimo Sacramento. Entrando, uno de los pabellones de entrada ostenta un pináculo coronado por una cruz en seis direcciones, elemento que se halla en la mayoría de las construcciones gaudinianas.
Escalinata de entrada. Park Güell. Foto Alex Guerra 2012
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Lo primero que nos encontramos al empezar a subir la escalinata, es una cabeza de serpiente. Los hermetistas eran conocidos como "filósofos por el fuego" y su obra se basaba en ordenar el caos; como al principio de los tiempos la ruina y el mal se extendieron por el mundo por obra de la serpiente, para ordenar ese caos es necesario quemarla. Así, el conjunto ha sido visto de la siguiente manera: el círculo simbolizaría el caos, la oriflama sería la llama que contiene el azufre y la serpiente el espíritu mercurial. Por otra parte, Gaudí era un catalanista declarado y muy activo, tanto que se negaba incluso a hablar el castellano, aún sabiéndolo, llegando un día a pasar una noche en comisaría por negarse a hablar castellano a un guardia civil. Por lo tanto, perfectamente la oriflama podría ser la bandera catalana, símbolo de una de sus convicciones, aunque hay que reconocer que esta interpretación es menos integradora del conjunto de la escalinata.
Dragón. Park Güell. Foto: Alex Guerra 2011
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Detrás de la cabeza de serpiente, se encuentra el dragón o salamandra, que sufrió varias interpretaciones, desde estudiosos chinos que afirman que es un dragón y que su cola es el banco ondulante, hasta algunos que dijeron que se trata de un cocodrilo como el del escudo calvinista de Nimes. La interpretación hermética se basa en que es una figura estática de dorso sinuoso que sugiere movimiento, entre el horno a fusión o atanor hasta la serpiente, y que obra de separación de las partes fijas y volátiles del metal. Lo más probable, para nosotros, es que sea una pitón vencida por Apolo y encerrado en el templo de Delfos (la sala hipóstila con sus columnas dóricas es clara) donde quedó de guardián de las aguas subterráneas (la cisterna debajo de la sala hipóstila), y de hecho la boca del reptil hace de desagüe de estas aguas.
Sala hipóstila. Park Güell. Foto: Alex Guerra 2012
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Al final de la escalinata se alza la sala hipóstila, debajo de la cual está la cisterna, que aparte de su arquitectura, muy compleja para ser una simple cisterna, posee un espacio donde supuestamente se realizaban rituales. La estructura recoge las aguas de lluvia de la plaza o explanada griega y se filtran por su suelo poroso de la misma, a través de las columnas de la sala hipóstila, y posee en su interior características de un templo, desconociéndose a ciencia cierta su uso, aparte del funcional como cisterna. La belleza de sus formas y la presencia de un espacio supuestamente usado en actividades rituales, han llegado a sugerir otras funcionalidades relacionadas con reuniones masónicas.
Viaducto. Park Güell
Foto: Alex Guerra 2011 |
Una vez adentrándonos al parque, hay un viaducto apoyado en columnas con forma de troncos en su mayoría, aunque una de ellas representa una mujer, que se ha querido ver como una esfinge griega o una divinidad minoica que probablemente llevaba en su mano mutilada una victoria alada. Pero lo cierto es que existe una fotografía antigua donde supuestamente se ve que el “sombrero” tronco cónico, es al parecer una cesta de la colada y la mano mutilada aguantaba una pala de golpear la ropa, por lo que podría también representar a una lavandera. Aunque ni hemos visto la mencionada fotografía, ni nos parece una interpretación mínimamente acorde con el resto de la simbología del Park Güell, ni del resto de la obra gaudiniana. Además, los "frutos" dentro de la "cesta", podrían ser granadas (otro símbolo masónico) aguantadas en el capitel de la columna-cariátide.
Cruz de talayot en Park Güell
Foto: Alex Guerra 2011 |
El turó de les menes o talayot o capilla de las tres cruces, o dos cruces y la flecha de sagitario, que indica hacia el cielo, también podrían tener un significado oculto. La tau representa a Matusael, hijo de Caín, quien crearía este símbolo para reconocer a sus descendientes. Es además el símbolo que el oficiante realiza con la mano derecha en la ceremonia de acceso al grado de Maestro. Entre las tres cruces, completan una cruz tridimensional que mira en seis direcciones: este-oeste, norte-sur y arriba-abajo. Las dos cruces acabadas en cubos coronados por pirámides, aparecen en monumentos megalíticos baleares, en forma de taules, pero también aparecen en la simbología francmasónica. Y en alquimia la piedra
sin desbastar representa el primer grado de perfección de la materia, el
segundo grado viene representado por la piedra desbastada en forma de cubo, y
en tercer lugar un cubo acabado en punta, es decir, con una pirámide
superpuesta. En la simbología masónica
estas tres formas representan también las tres posiciones que se pueden ir
asumiendo dentro de la Logia: aprendiz, compañero y maestro; tal como eran los
grados tradicionales de las hermandades obreras medievales. Se ha querido pensar que el turó fue tapiado para ocultar su carácter hermético, pero posiblemente sólo ha sido cerrado por peligro de derrumbamiento.
Talayot o turó de les menes. Park Güell. Foto: Alex Guerra Terra 2012
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El pequeño cerco de piedra de una de las plazoletas que suben hacia el talayot, está formado por figuras que dadas de las manos forman un círculo, lo que puede ser interpretado como una ceremonia masónica, y también como un baile de la sardana, danza tradicional catalana que estaba en recuperación dentro del movimiento de la Renaixença catalana, y del que Gaudí era ferviente integrante, como catalanista que era.
Cerco de plazoleta que sube al talayot. Park Güell. Foto: Alex Guerra 2011
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Atanor o compás. Park Güell
Foto: Alex Guerra 2011 |
Alquimia
Es cierto que tanto sus abuelos como su padre eran expertos en el trabajo de los metales y cristales, demostrando así una tradición familiar de caldereros, que son el máximo escalón del manejo de los metales y la hojalata entre los alquimistas, y que él mismo era también un experto en el manejo de estas materias. Pero no hay pruebas de que su familia, ni él, trabajaran con fórmulas propiamente alquímicas. Volviendo al Park Güell, detrás de su figura de dragón se halla representado un horno de fusión llamado atanor, idéntico al que se encuentra en la Catedral Notre Dame de París e instrumento más característico de un laboratorio alquímico. En su interior, una piedra sin desbastar (que para algunos representa el primer grado de la perfección de la materia, el "huevo filosófico"), es envuelta en cenizas y calentada a través de un fuego interior, pero indirectamente. En todo caso, los ascendientes de Gaudí eran caldereros, es un instrumento que seguramente existía (similar) en el taller de su padre, el Mas de la Calderera. En uno de los lados del atanor, se halla esculpida una columna con granadas en el capitel, inequívoco símbolo masónico. El atanor
representaba la reproducción del cuerpo, el azufre era el alma, el mercurio era
el espíritu, el sol el corazón y el fuego la sangre. Las etimologías de la
palabra atanor son dos: por un lado derivaría del árabe “attannûr” u horno;
y por otro procedería de la palabra griega “thanatos” o muerte, la cual,
precedida de la partícula “a”, expresaría el significado “no muerte“, es decir,
vida eterna.
Viaducto Park Güell. Foto: Alex Guerra 2012
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Las columnas en general de los acueductos, representan troncos, y han querido ser vistos como símbolo del Árbol Seco (símbolo de los metales reducidos de sus minerales y fundidos, en alquimia), representado como naturaleza vegetal petrificada. Pero es bien sabido la constante inspiración de Gaudí en la naturaleza para sus creaciones.
Base con forma de tortuga.
Pórtico Fachada del Nacimiento. Sagrada Familia |
La Sagrada Familia también ha sido foco de las más variadas interpretaciones. Un ejemplo, serían las dos columnas que flanquean el Pórtico de la Caridad en la Fachada del Nacimiento, con la base en forma de tortuga, que según se dice es el símbolo alquímico de la masa confusa, los fustes serían menhires, como ejes del mundo y los capiteles en forma de palmas, en número de tres y dos, cuya suma es cinco, número de Conocimiento. En realidad Gaudí pudo haber querido representar solamente el símbolo medieval de la Iglesia. La tortuga viene a ser la esfera del caos que, merced a sus cuatro patas correspondientes a los puntos cardinales, se convierte en la esfera inmóvil y ordenada del cosmos, encima de la cual se yergue la palmera, representación de la Iglesia, justus ut palma florebit, que es quien ordena el cosmos cristiano. Simbología antigua de origen chino o hindú cristianizado en la Edad Media, como tantos otros. Una “x” enorme que corona el Árbol de la Vida se ha querido ver también como un símbolo masónico y como la anotación alquímica del crisol. Pero también el Apóstol Andrés fue crucificado sobre esta forma.
Cuadrado mágico de orden 4 en la Fachada de la Pasión |
La Fachada
de la Pasión del Templo de la Sagrada Familia, realizada por el escultor Josep
María Subirachs (auqnue en base a las ideas dejadas por Gaudí), muestra un cuadrado mágico de orden 4.
Un cuadrado mágico es la
disposición de una serie de números enteros en una matriz de forma tal que la
suma de los números por columnas, filas y diagonales principales sea la misma,
la constante mágica. Usualmente
los números empleados para rellenar las casillas son consecutivos, y oficialmente
la constante mágica del cuadrado es 33,
la edad de Jesucristo en la Pasión. Pero también se ha atribuido la elección de
este número como una velada alusión a la supuesta adscripción masónica, nunca
demostrada, de Antoni Gaudí, ya que 33
son los grados tradicionales de la masonería.
Tumba de Gaudí. Sagrada Familia
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Templarios y rosacruces
Por la losa de la tumba de Gaudí se atribuye una relación del arquitecto con los templarios, teoría fundada especialmente en unas incisiones existentes en la losa que cierra su tumba en la capilla del Carmen en la cripta de la Sagrada Familia. Allí aparecen unas cruces de Malta, el deltoide, el triángulo del talismán y el símbolo de cáncer, que se relacionan con Gaudí sin saber que esta losa fue realizada en 1939, en substitución de la original de 1926, destruida en 1937, en la que figuraba únicamente la leyenda Antoni Gaudí Cornet, al cel sia.
Pelícano. Fachada del Nacimiento.
Sagrada Familia |
En las Fachadas se encuentran otras equivalencias cabalísticas que sin embargo, no es necesario admitir, si pueden igualmente interpretarse en sentido cristiano. En la Fachada del Nacimiento de la Sagrada Familia se puede ver por ejemplo un pelícano abriéndose el vientre con el pico, y rodeado de su crías. El grado 18 de los francmasones, llamado “grado Rosacruz”, tiene como símbolo este animal en esa misma actitud. Sobre su cabeza hay una cruz con una rosa roja incisa y la leyenda
I.N.R.I. El pelícano representa la chispa divina latente que anida en el hombre,
su sangre es vehículo de vida y resurrección y su color es blanco, simbolizando la superación de la primera fase
de la obra alquímica. La tercera fase supone pasar a través de la
experiencia del rojo, que queda plasmada en la explosión de una gran rosa roja
en el centro del pecho. Una interpretación de este animal, en otro tiempo
símbolo de Cristo, es la que habla de que sentía un amor tan fuerte por sus
hijos que, en el caso de pasar hambre, se abría el vientre con su propio pico
para alimentarlos. Otra versión dice que, irritado porque sus crías le
golpeaban con las alas, las mataba y luego, arrepentido, se suicidaba
clavándose el pico en el vientre. En una última versión del tema se descarta el
suicidio y que se clave el pico en el vientre y se habla de que sus lágrimas
resucitan a sus crías muertas.
Muntanya Pelada
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Ecologismo
Se ha llegado a decir también, sobre todo por las soluciones encontradas por el arquitecto en las obras del Park Güell, y el hecho de haber mandado plantar especies mediterráneas para repoblar la Muntaya Pelada, que el arquitecto era ecologista. Este término no existía en su época, y tampoco el concepto. No tenía intención de salvar ninguna especie. En esa época, intentaba controlarse la naturaleza, no salvarla. En el caso de Gaudí, prolongar su belleza y su armonía con la arquitectura, no hay nada social o político en ello, respetaba la naturaleza, pero no pretendía salvarla. El origen de los movimientos ecologistas se remontan a mediados del siglo XX, cuando Gaudí ya había fallecido.
Tubo de ventilación coronado por seta.
Pabellón de entrada Park Güell. Foto: Alex Guerra 2012 |
Alucinógenos
Gaudí es atropellado por un tranvía el 7 de junio y muere el 10 de junio, en el Hospital de la Santa Cruz a los 74 años de edad, y enterrado el 12 de junio en la Cripta de la Sagrada Familia. Se ha dicho que su muerte podría estar relacionada con su supuesta adicción a las drogas (Joan Llarch). Su adicción a la Amanita muscaria probablemente no es más que una falacia, como ya hemos explicado. Joan Llarch hace referencia a supuestos estados alterados de conciencia del arquitecto, aunque esto no es comprobable. Tenemos el hongo que corona el tubo de ventilación de la portería (uno de los pabellones de entrada) del Park Güell, con forma de Amanita muscaria. La Amanita muscaria era muy común en los campos catalanes, y sabemos perfectamente cómo la naturaleza fue su principal fuente de inspiración, y no sólo las setas tóxicas. La forma del hongo Amanita muscaria coronando el tubo de ventilación del que sería portería en su época, ahora librería, bastó para creer a Gaudí adicto a los alucinógenos. Esta afirmación alcanzó gran éxito entre los enemigos de la creatividad de Gaudí, que pretenden atribuir a otras razones, por absurdas que parezcan, el origen de las formas gaudinianas. E incluso quizá ni sea una seta, ya que en el otro pabellón existe una forma muy parecida que le corona, pero en tonos azules, sin similitudes con setas.
Rejas Casa Güell. Park Güell
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Tenemos por otra parte, la flor de opio en las rejas de la casa de Eusebi Güell en la entrada del parque, antes en la Casa Vicens, que tampoco prueba nada. Son, como ya se ha dicho, sólo deducciones extraídas de la simple observación de su obra, sin ningún apoyo documental. Gaudí seguía una alimentación muy sana, no era vegetariano estricto, término existente por escrito sólo a partir de 1842 que se menciona en unos documentos de Manchester (antes dieta vegetal o pitagórica), porque ingería algunos alimentos derivados del animal, como huevos, leche, queso y miel, pero no comía carne de ningún tipo, ni siquiera carnes blancas. Por lo tanto podría decirse que era lacto y ovovegetariano. Resulta difícil creer, y osado afirmar, que una persona que se cuidaba tanto, ingiriera sustancias abiertamente agresivas para su organismo, y su salud debilitada. Revisando sus biografías, existe una referencia a que cuando fue internado, después de ser atropellado por el tranvía el 7 de junio de 1926, en los registros de entrada, que a todas luces están equivocados porque de hecho le ponen nombre de mujer, aparece e.em, que significaba estado de embriaguez. Pero está claro que la interpretación que algunos investigadores hacen de los hechos, son subjetivas y se inclinan a querer demostrar sus propias hipótesis de trabajo. El estado de ensimismamiento en el que vivía los últimos años de su vida es indiscutible, y es muy posible que en su andadura por las calles de Barcelona en aquellos momentos, estuviera sumido en sus pensamientos.
Mesa de Trabajo de Gaudí. 1926
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Documentos: ¿perdidos, quemados u ocultos?
Se supone que dos semanas después de su muerte, sus papeles, los que quedaban, y sus pertenencias de la casa del Parque Güell, fueron vendidas a un trapero por las monjas carmelitas. Y los que estaban en los archivos de la Sagrada Familia, se incendiaron durante la Guerra Civil española. Pero al parecer, muchas cosas se salvaron. Se supo que alguien había extraído algunos libros y documentos antes de eso. Muchos años más tarde, serían descubiertas algunas carpetas del arquitecto en los Archivos Diocesanos de Barcelona. Incluso se cree que parte de sus libros y documentos permanecen ocultos en alguna colección particular. Pero lo cierto es que muchas de sus lecturas desaparecieron, y junto con ellas sus inquietudes intelectuales y aspiraciones que podrían ayudarnos a desvelar algo más sobre los apasionantes entresijos que le llevaron a plasmar construcciones tan extraordinariamente originales.
Gárgola de sala hipóstila. Park Güell. Foto: Alex Guerra 2011
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Conclusiones
Hay que reconocer que su obra está llena de simbolismo pagano, herético, pero todas las consideraciones hechas en torno a la posibilidad de su vinculación con la masonería han sido formuladas en base a este simbolismo presente en sus creaciones, que al fin y al cabo puede ser interpretado de muy diversas maneras, dependiendo de las necesidades e intereses del intérprete. Es sabido que cada especialista encuentra lo que desea encontrar. Lamentablemente, gran parte de los estudios o muestras que pudieran explicar con mayor claridad las ideas de este genio desaparecieron, perdiéndose para siempre las fórmulas químicas de sus cristales, sus diseños y gran parte de sus dibujos y fotografías, dejando abierta aún la incógnita de qué buscaba Gaudí con sus magníficas construcciones.
El gusto por lo misterioso y el placer de encontrar la solución a los misterios ha sido deporte practicado por historiadores y críticos de todas las épocas. Nada de malo hay en ello, al contrario. Siempre nos hemos sentido inquietos, atraídos por el camino de la búsqueda de respuestas, de la persecución de la verdad y sus manifestaciones. Comprobar los evidentes símbolos religiosos, mitológicos o patrióticos de Gaudí es tarea poco agradecida por el público, en cambio buscar interpretaciones dentro del ocultismo y el misterio, plantear deducciones a veces carentes de lógica, o tejer teorías sobre ellas, es algo que atrae más a las personas, y por eso han proliferado desmedidamente estas afirmaciones frecuentemente incoherentes e infundadas sobre Gaudí, que por su originalidad y evidente complejidad, ha sido víctima de numerosos mitómanos que lo han catalogado de diversas extravagancias. No obstante, creemos que por encima de si era masón, rosacruz, templario o alquimista, Gaudí fue un místico, un ser especial, que absorbió la sabiduría de todas esas sociedades de las que indudablemente se rodeó desde su infancia hasta el final de sus días, y que estaban en ebullición en su época, pero también se inspiró en la Naturaleza. Gaudí fue un gran observador de la naturaleza, y un místico que sin duda logró comunicarse, como él mismo comentó alguna vez, con los ángeles y con el ser supremo, volcando pues en sus obras, toda una extensa gama de simbolismo producto de su alma inquieta, buscadora y visionaria.
Columnas de viaducto con forma de árboles. Park Güell. Foto: Alex Guerra Terra 2011
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Una fotografía y un ex
libris: dos documentos muy significativos
En una fotografía
“robada” que le tomaron el 11 de junio de 1926 en el Hospital de la Santa Creu
i Sant Pau de Barcelona (propiedad del Centre Gaudí de Reus y localizada por Carlos Mesa), en la región hipogástrica (ombligo) se puede apreciar
un mandil masónico, que se colocaban los maestros constructores durante la Edad
Media. La costumbre de cubrir o proteger simbólicamente esta región es común
entre distintas civilizaciones y culturas: ceñidor de los israelitas,
delantales blancos persas, fajas sagradas de los brahmanes, mantos blancos de
los esenios, mandiles blancos japoneses, han sido usados en ceremonias
iniciáticas y rituales. Dado que el objeto de trabajo, la piedra bruta, somos
nosotros mismos, se deduce de ello que es nuestro propio plano inferior del que
nos tenemos que proteger y a la vez sobre el que tenemos que trabajar a fin de
lograr el máximo progreso moral y espiritual, cumpliendo así con el mandato de
“dominar la tierra sabiamente”. "Gaudí, una aproximación a la
masonería", escrito por el escritor y gran estudioso de la obra del
arquitecto, Joan Palmarola, que presentó hace poco el libro en Gran Oriente de
Catalunya, el templo de la calle Mallorca de Barcelona. Era abierto para
profanos, ya que se accedía como tenida blanca. Aunque personalmente estaba
convencida hasta hace poco de que Gaudí no fue masón, permanezco siempre
abierta a escuchar otras propuestas y versiones, lo que enriquece sin duda mi
propio punto de vista, y me ayuda a entender el de los otros. Ha sido realmente
interesante, y he aprendido muchísimo. Entre otras cosas, uno de los asistentes
a la charla llevó un ex libris original diseñado por su abuelo para Gaudí.
Presenta un crucifijo, del cual asoma envolvente la serpiente de Esculapio, con
la cabeza por encima, mirando hacia la derecha; un evidente símbolo rosacruz del
Rito Escocés Antiguo y Aceptado, y también masónico.
Bibliografía recomendada
Joan Bassegoda i Nonell. 1992. Aproximació a Gaudí. Doce Calles. Barcelona
Ama María Férrin. 2001. Gaudí, la huella del genio. Jaraquemada Editores. Barcelona
J. Castellar-Gassol. 1999. Gaudí. Vida d’un visionari. Edicions de 1984. Barcelona
José Arturo Campos. 2002. Las voces de Gaudí. Edicions UPC. Barcelona
Isidre Puig-Boada. 2004. El pensament de Gaudí. Dux. Barcelona
Joan Llarch. 1982. Gaudí. Biografía mágica. Plaza y Janés. Barcelona
Josep M. Carandell. 2005. Park Güell, utopía de Gaudí. Triangle Postals. Barcelona
Jordi Elías. 1961. Gaudí, assaig Biogràfic. Circo. Barcelona
Ernesto Milà. 1994. El misterio de Gaudí. Martínez Roca. Barcelona
Eduardo Rojo Albarrán. 1987. Antonio Gaudí, ese desconocido. A. Romero. Sant Cugat del Vallés
Eduardo Rojo Albarrán. 1997. El Park Güell. Historia y simbología. A. Romero. Sant Cugat del Valles
VV. AA. 1990. Gaudí i el seu temps. Barcanova. Barcelona
Me parece un excelente resumen con excelentes citas bibliográficas, que plantea una visión inicial y global de la increíble obra que es el Park Güell ideado por el Maestro Gaudí.
ResponderEliminarFelicidades.
Gracias Zafrantax, me alegra que te haya gustado. El Park Güell es uno de mis lugares favoritos en el mundo, y por supuesto Gaudí, uno de los arquitectos más geniales que existen. Un saludo desde Barcelona. Alex
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