lunes, 15 de julio de 2013

La Sagrada Familia y sus Fachadas, en San Juan y con Súper Luna

Fachada de la Pasión. Foto: 22 Junio 2013
El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia fue iniciado el 19 de marzo de 1882 a partir del proyecto del arquitecto diocesano Francisco de Paula del Villar (1828-1901). A finales de 1883, se encargó a Gaudí la continuación de las obras, labor que no abandonó hasta su muerte, en 1926. A partir de entonces, varios arquitectos han continuado la obra siguiendo la idea original de Gaudí, convirtiéndose en uno de los signos de identidad más universales de la ciudad y del país. El templo siempre ha sido expiatorio; es decir, desde sus inicios, se construye a partir de donativos, aunque actualmente también con el dinero de la entrada de las visitas turísticas. Son bien conocidos los problemas económicos que tuvo Gaudí para continuar con la obra. En este sentido, él mismo dijo: "El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia lo hace el pueblo y se refleja en él. Es una obra que está en las manos de Dios y en la voluntad del pueblo." La construcción continúa y dicen que se podría terminar durante el primer tercio del siglo XXI. Pero ya estamos en 2013… y aún queda mucho camino por recorrer… Tomé las fotos del templo con la Luna la noche del 22 de junio de 2013. Al día siguiente se vería aun más cerca nuestro, porque iba a ser Súper Luna, el día del año en que la Luna está más cerca de la Tierra, por lo que se ve más grande y más brillante; pero decidí acercarme el el 22 porque el tiempo está tan raro, que preferí no arriesgarme a que se nublara. Efectivamente, fue como algo premonitorio, porque al día siguiente se nubló en Barcelona. Era San Juan, y me encontraba cerca de la Sagrada Familia. ¿Qué más podía pedir? Fue una noche especial, mágica. Hay numerosas tradiciones a lo largo y ancho del Globo, pero todas coinciden en lo mismo: es una noche para encender fuego, saltarlo o quemar en él aquello de lo que nos queramos desprender; purificarnos por el agua en el mar, ríos, manantiales o el rocío de la mañana; recoger plantas, como helecho macho, verbena, o hierba de San Juan, para formar enramadas que utilizaremos a lo largo del año. ¿Qué hicisteis vosotros? Yo creo que, como he hecho algunos años, una de las formas más bonitas de pasarlo es dándose un baño de mar, aunque este año no ha sido así. Una lástima, porque con esa Luna, habría sido maravilloso. El resto de fotos (las que no son nocturnas) están también tomadas por mí, otros días de este mismo año 2013, y sirven para ilustrar algunos comentarios sobre el templo (o basílica) que deseaba compartir en este post, que pretende explicar de una forma general el significado de cada una de las fachadas del mismo. 
Fachada del Nacimiento y Súper Luna. Foto: 22 Junio 2013
Fachada del Nacimiento
Este acceso lateral al templo es el primero que se construyó y el más emblemático ya que es el único que Gaudí terminó en vida. Aquí el arquitecto representó la parte humana de Jesús y celebró su nacimiento mostrando una naturaleza exultante sobre una base gótica. De hecho el nombre se debe a que muestra el nacimiento, la infancia y la adolescencia de Jesús. La fachada está orientada al este, que es por donde sale el sol cada día, de modo que expresa simbólicamente el nacimiento de la Vida. Desde esta fachada se accede al templo a partir de un portal principal central y dos portales laterales, dedicados a las tres virtudes teologales: la esperanza, la caridad y la fe, nombres que reciben cada una de las tres puertas. Estas tres virtudes son muy importantes en la vida de Jesús, en analogía a san José, la Virgen y Jesús. Por encima se alzan cuatro campanarios, dedicados a los apóstoles san Bernabé, san Judas, san Simón y san Matías, ordenados de izquierda a derecha. En conjunto, representa la ilusión y el gozo de la existencia, como ponen de manifiesto las esculturas, que simbolizan el nacimiento de Jesús y sus primeros años de vida. La fachada también se ha denominado de la Vida, del Gozo o de la Navidad, ya que en la presentación del nacimiento de Jesús, Gaudí incluyó una serie de grupos escultóricos que son propios de un belén. Ahora, no debemos dejar de lado algunos símbolos de esta fachada que podrían interpretarse como propios de sociedades secretas, como la masonería, o la alquimia. Así, las tortugas que sostienen las columnas, o el pelícano que se abre el vientre, son algunos ejemplos que se hallan en este fachada. El pelícano representa la chispa divina latente que anida en el hombre, su sangre es vehículo de vida y resurrección y su color es blanco, simbolizando la superación de la primera fase de la obra alquímica. La tercera fase supone pasar a través de la experiencia del rojo, que queda plasmada en la explosión de una gran rosa roja en el centro del pecho. Una interpretación de este animal, en otro tiempo símbolo de Cristo, es la que habla de que sentía un amor tan fuerte por sus hijos que, en el caso de pasar hambre, se abría el vientre con su propio pico para alimentarlos. Otra versión dice que, irritado porque sus crías le golpeaban con las alas, las mataba y luego, arrepentido, se suicidaba clavándose el pico en el vientre. En una última versión del tema se descarta el suicidio y que se clave el pico en el vientre y se habla de que sus lágrimas resucitan a sus crías muertas. En la foto, la Súper Luna (o casi), en la noche del 22 de junio 2013, con parte del conjunto escultórico de la Fachada del Nacimiento de la Sagrada Familia en primer plano. La luna más grande del año, la podemos ver unos pocos días del año gracias al fenómeno conocido como perigeo, es decir la máxima aproximación que tendrá la Luna con la Tierra, unos 50.000 kilómetros más cerca de nuestro planeta que lo normal. Además la Luna en el perigeo, parece un 14 % más grande y un 30% más brillante que en el apogeo. Bajo la Luna, se ve una “estrella rezagada azul”. Éstas son estrellas que aparentan una edad menor que la del sistema solar a la que pertenecen (se supone que se formaron junto a él). Su color es un indicador de su masa y temperatura, y es más caliente que las rojas (al contrario de lo que podríamos imaginar). Pero son más jóvenes solo aparentemente, pues en realidad fueron pequeñas estrellas rojas que colisionaron con alguna estrella mayor, obteniendo su masa estelar, aumentando su luminosidad y temperatura, por lo que aparentan ser más jóvenes.
Parte de conjunto escultórico de la Fachada del Nacimiento. Foto: Mayo 2013
Fachada de la Pasión. Foto: 22 Junio 2013
Fachada de la Pasión
Es la segunda fachada que se construyó, siguiendo el proyecto original de Gaudí. El arquitecto, que dejó sólo apuntada la parte decorativa, previó que las generaciones futuras harían alguna intervención según los gustos estéticos del momento. Éste es el caso de la controvertida decoración escultórica de Josep María Subirachs y de los vitrales de Joan Vila-Grau. La fachada recibe este nombre porque representa la Pasión de Jesús, es decir, el dolor, el sacrificio y la muerte, como queda escenificado en las doce estaciones del Vía Crucis, elaborado con conjuntos escultóricos de gran dramatismo e intensidad emotiva. Está orientada al oeste y, por lo tanto, recibe los últimos rayos del sol, hasta que oscurece. Esta disposición acentúa el efecto simbólico de oscuridad y penumbras que perseguía el arquitecto. Igual que las otras fachadas, incluye tres accesos, también dedicados a la caridad, la esperanza y la fe, y cuatro campanarios, dedicados a los apóstoles san Jaime el Menor, san Bartolomé, santo Tomás y san Felipe, ordenados de izquierda a derecha. Estos conjuntos están enmarcados por un gran porche de columnas alabeadas y cornisamento de doble vertiente, que tiene encima una galería rampante de pequeñas columnas que acentúa el drama del discurso. En este sentido, el propio Gaudí dijo: "Me gustaría que diera miedo y, para conseguirlo, no ahorraré el claroscuro, los motivos entrantes y salientes, todo lo que resulte de más tétrico efecto" con el objetivo de "dar idea de la crudeza del Sacrificio". En la foto, un sacerdote. Fue una curiosa casualidad encontrar un sacerdote del templo, tomándole fotografías nocturnas. ¿Estaría aprovechando la gran Luna?, ¿o que era San Juan? Se veía muy concentrado, así que no quise interrumpir su sesión fotográfica, aunque tal vez hubiera sido mejor hablarle, pues mi intención era solo tomar un par de fotografías, pero le noté preocupado con mi manera de rondarle. 
Fachada de la Pasión. Foto: Mayo 2013
Esculturas de la Fachada de la Pasión
Las esculturas de la fachada de la Pasión destacan por el contraste que ejercen sobre el fondo, exento de ornamentos y aparentemente compuesto con formas simples. Gaudí quería simbolizar de este modo la desolación, el dolor y la muerte de Jesucristo. Sobre este planteamiento, el escultor Josep María Subirachs realizó, desde 1986 hasta 2005, las doce estaciones del Vía Crucis. Tal como corresponde, y comparándola con la fachada del Nacimiento, en ésta faltan referencias a la alegría de la vida, como la ornamentación floral y animal, y se acentúa la representación del sentimiento por la pérdida irreversible en la muerte. Este pórtico dramático muestra el sacrificio hecho por Jesús en favor de los humanos. Todos estos conjuntos, cargados de una fuerte simbología, se acompañan de varios materiales y diseños que ayudan a comprender mejor los temas presentados. Como en la Fachada del Nacimiento, en ésta también aparecen algunos elementos enigmáticos, como es el cuadrado mágico de orden cuatro, que es la disposición de una serie de números enteros en una matriz de forma tal que la suma de los números por columnas, filas y diagonales principales sea la misma, la constante mágica. Usualmente los números empleados para rellenar las casillas son consecutivos, y oficialmente la constante mágica del cuadrado es 33, la edad de Jesucristo en la Pasión. Pero también se ha atribuido la elección de este número como una velada alusión a la supuesta adscripción masónica, en realidad nunca demostrada, de Antoni Gaudí, ya que 33 son los grados tradicionales de la masonería. Encima de este pórtico se alzan los campanarios, donde se observan frutos de otoño e invierno (las épocas más oscuras y frías en Cataluña), como castañas, granadas y naranjas, que completan la simbología mediterránea en esta parte del templo. 
Parte superior de la Fachada del Ábside. Foto: Mayo 2013
Fachada del Ábside
El Ábside está consagrado a la Virgen María, por la que Gaudí sentía una devoción especial. Está construido sobre la cripta y sigue su forma de media circunferencia. Entre sus muros hay siete capillas absidales que tienen unos esbeltos ventanales con arcos apuntados que recuerdan los de estilo gótico, y que Gaudí perfeccionó. Aún está sin acabar, pero en el exterior se dispondrán varias esculturas, dedicadas a los fundadores de órdenes religiosas, como san Antonio Abad, san Benito, santa Escolástica, san Bruno, san Francisco, san Elías y santa Clara, ésta ya en su lugar. Encima de los ventanales hay varias gárgolas por las que se escurre el agua de la lluvia que cae sobre las capillas.  Los frontones del ábside, muy estilizados y alargados, terminan en pináculos con los anagramas de la Virgen María, de san José y de Cristo, éste acompañado de las letras alfa y omega, que recuerdan el principio y el final de la vida. En la parte superior, se encuentran representados varios elementos naturales, como la hoja de palma, e incluso espigas de trigo o hierbas silvestres que evocan las que crecían en el solar en que se levanta el templo. Las linternas de las capillas serán piramidales y culminarán con una figuración simbólica de las invocaciones al Mesías, que constituyen las antífonas de la última semana de Adviento. A ambos lados del ábside se encuentran las escaleras laterales, con unos cuerpos que tienen una estructura idéntica a los de las capillas. Las gárgolas representan animales del medio terrestre y acuático, como sapos, salamanquesas, lagartijas, serpientes, lagartos, salamandras y ranas, que tradicionalmente se han considerado símbolos del mal. Por esto todos están situados en el exterior del templo, al que no les está permitido entrar, y además están dispuestos hacia abajo, huyendo de la pureza que irradian los símbolos de María. En las escaleras laterales, las gárgolas representan figuras de caracoles de mar de grandes dimensiones en el lado de Levante y caracoles de tierra en el de Poniente, con la clara intención de simbolizar las referencias helicoidales entre ambos (escaleras y caparazones de los caracoles), así como para indicar que con lentitud y paciencia se consigue ascender y alcanzar los objetivos.
Gárgolas de la Fachada del Ábside. Foto:  Mayo 2013
Parte de Fachada de la Gloria. Foto: Marzo 2013
Fachada de la Gloria
Es la fachada principal por donde se entrará al interior del templo cuando esté terminado, pero en la actualidad, poco se puede ver de ésta. Dada su importancia, Gaudí incluyó en el proyecto la construcción, una gran escalinata exterior que daba acceso al tempo con la solemnidad que el lugar exigía. La fachada de la Gloria recibe este nombre porque representa la situación del ser humano dentro del orden general de la creación: su origen, su problemática, los caminos que tiene que seguir y su fin. Igual que las otras fachadas, incluirá tres accesos (un portal principal, dedicado a la caridad, y dos portales laterales, dedicados a la esperanza y la fe), y un porche de entrada con siete columnas que simbolizarán los siete dones del Espíritu Santo, y que presentará las virtudes opuestas a los pecados.  Aún está en construcción, pero una vez acabada, la fachada tendrá varios elementos esculpidos, y en la parte superior, por encima de la cubierta del nártex, se extenderán, subiendo por los cuatro campanarios, unas nubes de piedra que llevaran escrito, en grandes caracteres, el Credo. Los campanarios estarán consagrados a los apóstoles san Andrés, san Pedro, san Pablo y san Jaime el Mayor, ordenados de izquierda a derecha. La fachada de la Gloria está orientada al sur, de modo que el sol da en ella la mayor parte del día, en correspondencia con su significado: la exaltación de la vida plena y su gozoso espíritu. En este sentido, el propio Gaudí dijo: "la Gloria es la luz, la luz da gozo y el gozo es la alegría del espíritu". Por cuestiones técnicas, será la última de las fachadas en terminar de construirse, y su diseño arquitectónico y decorativo sigue la idea original de Gaudí. La fachada de la Gloria representa así las consecuencias del pecado y de la virtud, y el cielo, adonde sólo se llega con la oración y los sacramentos. Por ello, esta fachada mostrará, en orden ascendente, el infierno, la muerte, las virtudes y los dones del Espíritu Santo, hasta llegar a la Trinidad Augusta, situada en lo más alto. 
Fachada del Nacimiento. Foto: Marzo 2013
Esculturas de la Fachada de la Gloria
Las esculturas de la fachada de la Gloria, aún en construcción, presentarán al ser humano dentro del orden general de la creación, mostrándole su origen, su fin y los caminos que debe seguir para conseguirlo. Gaudí hace resurgir en este espacio el dilema eterno: el destino final del pecado, el infierno, y el destino final de la virtud, el cielo. En sentido general, en esta fachada se verá cómo, mediante la práctica de la virtud, el ser humano puede alcanzar la gloria a través de la redención y de la ayuda constante de la gracia que otorga el Espíritu Santo. En la zona más avanzada de la fachada, hay un porche sostenido por siete columnas, que en la parte más baja mostrarán simbolizaciones del mundo del pecado, en oposición a la parte superior, que estará dedicada a las virtudes. Así, en la parte superior habrá tres elementos que representarán a la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Éste estará situado justo en el centro de una estructura de formas conoidales y representado por una paloma blanca con las alas desplegadas, sobre la inscripción en latín "Spiritum Sanctum". En la parte superior, se podrá ver la figura del Hijo y, más arriba, presidiendo la fachada, la del Padre, sobre la inscripción "Deum" y, encima, "Credo". Las letras de esta palabra serán luminosas, para que sean visibles tanto de día como de noche. Esta estructura estará envuelta por una nube de piedra con inscripciones que narrarán la creación del mundo según el Génesis. La foto que muestro es de la Fachada del Nacimiento.
Tumba de Gaudí. Foto: 10 Junio 2013
Claustro, Capillas y Sacristías
El claustro del templo tiene una disposición completamente original en la historia de la arquitectura cristiana, dado que no forma el atrio, como en las basílicas latinas, ni está adosado a un lado de la iglesia, como en los monasterios benedictinos y las catedrales medievales. El claustro circunda todo el templo y sólo es interrumpido por las puertas y el ábside, de modo que actúa como un muro protector que custodia el interior del templo y lo separa del ruido exterior. En este sentido, se puede decir que Gaudí utiliza exactamente el significado de la palabra claustro, que quiere decir cerrar.  También es un elemento de comunicación entre las diferentes dependencias y permite el paso de procesiones en determinadas solemnidades religiosas. Por esto, el propio Gaudí indicó: “El claustro estará hecho para rezar allí el rosario en procesión”. Cada intersección del claustro con una fachada da lugar a una puerta ornamentada, dedicada a una advocación diferente de la Virgen María. En cada punto en que el claustro hace esquina, habrá tres obeliscos, mayor el central y los otros dos menores. Cada grupo simboliza un punto cardinal, una virtud y una témpora (los ayunos que en cada estación hace el pueblo cristiano), en agradecimiento por los frutos de la tierra. En la fachada del Ábside, se construirá la capilla de la Asunción, dedicada a la Asunción de la Virgen, conocida popularmente como la Virgen de Agosto, especialmente venerada en Cataluña. El proyecto de Gaudí, inspirado en uno existente en la catedral de Girona, incluye la corona dedicada a la Virgen, los pilares que forman la estructura y los cortinajes que cuelgan de ella, así como los ángeles que están representados en el modelo gerundense. La propuesta de Gaudí presentará estos elementos en piedra y según su lenguaje personal, es decir, con formas geométricas parabólicas y figuraciones de una rotunda modernidad. A ambos lados de la capilla de la Asunción se despliega el claustro, que al llegar al chaflán encontrará las sacristías. Éstas serán dos y tendrán unas formas muy originales, según la geometría reglada, con las cubiertas embellecidas con mosaico de color y su interior estructurado en seis niveles, todos perfectamente iluminados por las numerosas aberturas externas. La Capilla de Nuestra Señora del Carmen, fue una de las primeras intervenciones del arquitecto en la Sagrada Familia, cuando corrían finales del año 1882. Aquí se encuentra la tumba de Gaudí, que reza: Antonius Gaudí Cornet. Reusensis. Annos natus LXXIV, vitae exemplaris vir, eximiusque artifex, mirabilis operis hujus, templi auctor, pie obiit Barcinone dit X Junii MCMXXVI, hinc cineres tanti hominis, resurrectionem mortuorum expectant. R.I.P. (aunque la losa es reconstruida en 1939, ya que la original, de 1926, fue destruida en 1937 durante la Guerra Civil).
Entrada a la Cailla de Nuestra Señora del Carmen, en la Cripta, donde se halla la tumba de Antoni Gaudí. Foto: Mayo 2013
Entrada a la Capilla Nuestra Señora del Carmen. Foto: Mayo 2013
Nave central, naves laterales y vitrales
El templo es de planta basilical y tiene cinco naves; la central con una altura de 45 m y las laterales de 29 m. La nave central y las naves laterales están sustentadas por un sistema de columnas completamente nuevo en la historia de la arquitectura. Ante la mirada del observador, el interior se presenta como un conjunto de árboles con bellas alineaciones, de los que se puede ver el tronco, las ramas y un montón de hojas. En este bosque de columnas la luz que se filtrará a través de los ventanales dará un aspecto bucólico y creará una atmósfera de sotobosque. Las cubiertas de la nave central, vistas desde el interior, estarán coronadas por unos edículos que harán de soporte de unas lámparas con los anagramas de la Sagrada Familia. Cinco grandes escudos parabólicos, puestos a cada lado, llevarán escrito "Amen" y la alabanza "Al", "le", "lu", "ia", distribuida por sílabas. Las grandes columnas que sostienen las bóvedas y las cubiertas también representan a los apóstoles y las iglesias de todo el mundo. Cabe destacar las columnas dedicadas a los apóstoles san Pedro y san Pablo, que se encuentran situadas entre el crucero y el ábside, uniendo el arco triunfal con el Calvario. En el exterior, las aguas de los tejados se escurren por unos bajantes que a media altura se fijan a los muros con las alegorías y leyendas siguientes: un frasco con la inscripción "myrra (mirra) -; sacrificio", un incensario con la inscripción "thur (incienso) -; oración" y un pequeño cofre con la inscripción "aurum (oro) -; almoina". Al lado y sobre los ventanales se dispondrán imágenes de los santos fundadores de órdenes religiosas, como san Juan Bosco, santa Joaquina Vedruna y san José Oriol. El templo tiene vitrales en varios ventanales y aberturas. Hay que destacar los realizados por el vidriero Joan Vila-Grau a partir de 1999, construidos con cristales de diferentes colores fijados con plomada y hormigón. En estos vitrales, Vila-Grau simboliza temas concretos mediante las masas de colores. Los primeros vitrales que se colocaron fueron los de los transeptos, que expresan la simbología prevista por Gaudí. El vitral principal del transepto de la fachada de la Pasión representa la Resurrección, y los vitrales laterales y los de la nave principal simbolizarán a los santos y santuarios relacionados con la iglesia local representada en cada columna. Los vitrales superiores de las naves laterales explicarán las parábolas de Jesús “Yo soy la luz, la verdad y la vida”, “La resurrección”, etc. Los vitrales de la nave central no tendrán color y se harán con cristales claros, traslúcidos o rayados, para simbolizar la pureza, así como para permitir la máxima entrada de luz en el interior. 
La Súper Luna desde una de las farolas de la plaza frente a la Fachada de la Pasión. Foto: 22 Junio 2013









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